La peatonal Lavalle es desde principio de los 90′, la calle del bingo, la de la sede principal de la Iglesia del Reino de Dios y la de los locutorios de Internet. Los cines, pese a que bajaron notablemente sus precios para sobrevivir, son una sombra de lo que supieron ser. Para devolverle a la zona una parte de la actividad cultural que tuvo desde sus inicios en la década del 30′, el diputado porteño Guillermo Oliveri presentó un proyecto de ley para subsidiar los cines de más de 30 años que aún permanezcan activos.
La iniciativa parlamentaria propone que, al igual que se hizo con algunos teatros, la Ciudad exima del pago de los impuestos de alumbrado, barrido y limpieza, territorial y pavimentos y aceras a los cines: América, Atlas Lavalle, Atlas Recoleta, Atlas Santa Fe, Belgrano, Cosmos, Electric, Gaumont, General Paz, Gran Rivadavia, Lorca, Los Ángeles, Metro, Monumental, Normandie, Ocean, Premier, Rivera Indarte, Savoy y Trocadero.
"Es importante -manifestó Oliveri- porque a través de este proyecto estoy buscando evitar que muchos de estos cines, que funcionan con capitales nacionales, dan trabajo a muchísimos argentinos y son manejados por empresas familiares, se transformen en playas de estacionamiento".
La idea surgió de reuniones que el legislador peronista mantuvo con los dueños de los cines en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Luego la trabajó con el subsecretarios de Ingresos Públicos, José Luis D’ Ipólito, quien le planteó que estos empresarios son grandes contribuyentes de ingresos brutos que cumplen con sus obligaciones, por lo que le dio el visto bueno a su iniciativa.
"Esta clase de cines son parte de la historia de la Ciudad, sus edificios son históricos y la actividad que desarrollan es fundamental para la cultura porteña", concluyó Oliveri.