La interna del PJ avanza a fuego lento

La interna del PJ avanza a fuego lento

Se acercan las definiciones en el Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires y las posiciones de cada sector comienzan a develarse. Todos juegan. Algunos quieren respetar los tiempos estipulados antes de Cromañón y otros piensan que no es el mejor momento para normalizar el PJ en un distrito que nunca fue normal para los peronistas. Por lo pronto, ya hay una impugnación en el despacho de Servini de Cubría


Como suele ocurrir en el siempre convulsionado PJ porteño, la reciente convocatoria a internas para el próximo 10 de abril –el partido está intervenido por la Justicia-, desató simultáneamente cuestionamientos políticos de algunos sectores internos, pase de facturas y las ya clásicas presentaciones judiciales. Parece que ése es el karma del peronismo porteño.

Hasta el momento, el sector más activamente interesado en que se realicen las internas es el kirchnerismo, más precisamente el sector que le responde al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien aspira a presidir el partido capitalino y aggiornalo al estilo K. Este esquema lo motorizan Enrique Albistur, Víctor Santa María, Alberto Iribarne y Héctor Capacciolli entre otros. Con absoluta seguridad en el triunfo, sólo piensan en el después de la contienda.

Sin embargo, y por distintas razones, tanto el sciolismo, como lo poco que aún queda del “tomismo” – sectores referenciados en Miguel Ángel Toma- ; el sector del Frente de Unidad Peronista (FUP), que orienta Eduardo Rollano, los dirigentes sindicales Juan José Minichilo y Omar Viviani y el sector que se identifica con el ministro Julio De Vido cuestionan aspectos de la convocatoria hecha por la intervención y, algunos de ellos, la totalidad de la contienda.

Por un lado, le endilgan al interventor Ramón Ruiz el haber realizado una reforma de la Carta Orgánica partidaria a la medida de Alberto Fernández y el albertismo. “Salvo sus afiliados, ni el interventor, ni la Justicia, ni nadie puede hacer una reforma de la Carta Orgánica”, apuntó a NOTICIAS URBANAS el dirigente Minichilo, quien esta semana presentó una impugnación del proceso eleccionario ante la jueza María Romilda Servini de Cubría.

El sciolismo, por su parte, cuestiona la oportunidad de la convocatoria, mientras no quede claro qué va a pasar con Aníbal Ibarra y su referéndum revocatorio. “La interna nos va a agarrar en el medio del proceso de juntar firmas, o en el mejor de los casos, cerca de la consulta porteña. Nosotros no decimos que hay que suspender la interna por lo de Cromañon, sino por las derivaciones políticas que tuvo la tragedia”, apuntan en el entorno del ex motonauta.

Otro punto conflictivo es la convocatoria para elegir congresales nacionales, junto con la elección de las autoridades del partido. Según interpretan quienes impugnan esta decisión de la intervención, el distrito no tiene competencia para convocar a una compulsa de congresales nacionales, que dependen de la conducción nacional del PJ. “Lo que pasa es que a Kirchner lo que más le interesa es tener congresales propios en el Congreso peronista; es casi por lo único que habilitó la elección”, sospechan los sectores que cuestionan.

En este contexto, algunos de los 40 congresales que fueron electos hace dos años, y cuyo mandato vence en el 2007, también están pensando en transformar sus quejas en presentaciones judiciales.

Por último, la virtual elevación del piso de la representación de la minoría en la conducción del partido, del 25 al 33 por ciento, es otra de las piedras de discordia.

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