Un grupo de manifestantes de organizaciones sociales que rechazan la modificación del Código de Convivencia derribó este viernes al mediodía las vallas que se dispusieron alrededor de la Legislatura porteña, en tanto que grupos piqueteros del Movimiento Territorial de Liberación (MTL) y militantes del PTS atacaron a piedrazos las puertas del parlamento, en Perú 130.
La manifestación había comenzado a las 11:30 y continuó hasta la caída de la tarde. Mientras los grupos del MTL y el PTS arrojaron piedras y trozos de vereda -que habían roto previamente-, la Policía -que parecía, al decir de funcionarios, haber declarado "zona liberada"- les respondió desde adentro de la sede con chorros de agua y algunos gases. A las 16 horas empezaron a ingresar algunos manifestantes por el garage de la Legislatura, rompieron el auto del vicepresidente primero de la Casa, Santiago de Estrada, pero volvieron a salir del edificio. Mientras tanto otros manifestantes se dedicaban a saquear y a romper todo lo que encontraban en su camino. También se sumaron a la protesta travestis y vendedores ambulantes.
Adentro de la Legislatura los casi mil empleados quedaron sitiados, ubicados desde el segundo piso para arriba mientras el director de Prensa del organismo, Cristian Notz, permanecía en Planta Baja junto a algún personal de seguridad para informar a la prensa del estado de situación. Hubo más de quince heridos de distinta gravedad y mucha gente con trastornos nerviosos y desmayos en el edificio.
Las autoridades legislativas habían solicitado al Ministerio del Interior refuerzos pero desde allí le respondieron que no era necesario. Algunos calificaron la situación de "zona liberada". Luego sobrevinieron los desmanes mayores que provocaron heridos y desmayados. También hubo fuego, ya que los piqueteros tiraron nafta en el interior del edificio.
La ex ministra de Trabajo Patricia Bullrich sostuvo en un comunicado que "no puede ser que miremos cómo queman la puerta de la Legislatura, como antes la toma de una comisaría, y no se utilicen fuerzas preparadas para actuar dentro de la ley protegiendo el orden público. ¿Qué espera el señor Presidente, que el primer muerto lo provoquen los piqueteros para justificar luego su acción? Esto es lisa y llanamente un no gobierno", sentenció.
Los manifestantes impidieron la apertura de la sesión especial en la Legislatura, que este viernes tenía previsto el tratamiento en particular de las reformas al Código Contravencional porteño. A raíz de los incidentes, los legisladores no sesionaron. El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, dio luego una conferencia de prensa.
Mientras tanto el diputado Martín Borrelli del macrismo afirmó que "hoy lo que se intentó fue copar la Legislatura y anular uno de los poderes del Estado. Esto fue un ataque directo contra la democracia y las instituciones. Los manifestantes actuaron claramente en una zona liberada", aseguró Borrelli, presidente del Partido Federal.
"Pediré la renuncia del Secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad y la del Ministro de Seguridad y Justicia de la Nación", agregó luego el diputado.
A su vez, el diputado del ARI Fernando Cantero repudió la agresión que sufrió la Legislatura, "que puso en peligro la integridad de los empleados", como así también "la imprevisión del vicepresidente primero de la Legislatura, Santiago de Estrada que sabiendo que esto podía derivar en conflicto no impidió que terminara en una locura descomunal donde no se está garantizando la integridad física de la gente".
Los legisladores porteños Ariel Schifrin y Milciades Peña (bloque Confluencia), María Eugenia Estenssoro y Juan Manuel Velasco (Bloque Plural); Fernando Melillo y Fenando Cantero (ARI); Laura Moresi y Sandra Dosch (Frente Grande); y Norberto La Porta y Roy Cortina (Socialismo) expresaron su "condena y repudio a los incidentes que grupos aislados de vándalos y agresores profesionales y de dudoso origen en la mañana de hoy viernes destruyeron parte de las instalaciones de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires".
Los legisladores remarcaron "que se trata de un ataque a la democracia y a la convivencia pacífica, llevado a cabo por representantes de la intolerancia sin eco alguno entre los vecinos de la ciudad. La inacción policial y el vandalismo antidemocrático instalados varias horas en los medios, son el caldo de cultivo para los que quieren instalar la arbitrariedad -no contra los que atacan las instituciones democráticas- sino contra los sectores desprotegidos o las minorías que se movilizan pacíficamente por sus reclamos". Dijeron también que "estas acciones violentas apuntan a debilitar la democracia, que por sí misma posee mecanismos y marcos legales normativos para encauzar la protesta".
Además, los legisladores -que se oponen al proyecto del macrismo y proponen en su lugar la creación de la justicia vecinal- consideraron que "quienes agredieron a la Legislatura son totalmente ajenos al lícito debate democrático en torno a los aspectos polémicos del Código de Convivencia".
A las 16:30 empezaban a salir algunos empleados descompuestos de la Legislatura mientras se escuchaban sirenas y gritos, el sobrevuelo de un helicóptero, entre las corridas de las que participaron los cientos de periodistas que había en la zona.
