Cuando eran las 22:10, en el búnker del FPV reinaba una calma y una prudencia poco habituales. Cientos de voceros oficiosos aseguraban por entonces que los guarismos estaban ya por sobre el 40 por ciento, pero existía cierta reticencia en la actitud de los dirigentes y los voceros oficiales, una moderación que no era funcional a la confianza en la elusión de la segunda vuelta.
Si bien a esta hora no existen cifras oficiales, todo hace suponer que éstas anunciarían que la suma del FPV no le habría alcanzado para eludir el 22 de noviembre.
Unos minutos antes, a las 21:55, Daniel Scioli se dirigió a su público, reunido en el Luna Park, como en las grandes noches de combates, sin referirse ni mínimamente a los resultados que alcanzó su fuerza política, dejando a todo el mundo sumergido en un mar de especulaciones.
El ganador de la elección hasta el momento -de esto no se duda, de lo que se duda es de haber llegado al 40 por ciento- comenzó agradeciendo a sus votantes. “Muchas gracias por esta nueva victoria -expresó- nuestro querido pueblo habló a través de las urnas”.
Con respecto a la opción que encarnará en el futuro, Scioli se diferenció de sus adversarios. “Existen dos visiones muy diferentes del futuro de la Argentina. Nosotros representamos a los humildes, a los trabajadores y a la clase media y podemos afirmar que los argentinos no quieren volver al ajuste, a la devaluación y al endeudamiento. Nosotros garantizaremos el trabajo argentino y la industria nacional y por eso vamos a defender la independencia económica ante las acciones de los fondos buitres”.
Luego, Scioli adelantó algunos lineamientos de su propuesta económica, entre los que garantizó la construcción de un millón de viviendas y la llegada de 30 mil millones de dólares por año, para despedirse aplaudiendo el fervor militante de su gente.
Seguramente cerca de las 23:30, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires anunciará la suerte de la elección, sea cual sea.