Mauricio Macri desarrolló una intensa actividad en su segundo día en Davos, quizás el más importante en cuanto a la importancia de los interlocutores con los que debió entrevistarse.
El tema del día fue, para los analistas de la política internacional, la reunión que sostuvo el mandatario argentino con el primer ministro británico, David Cameron, que significó la apertura de una nueva etapa en la relación con el Reino Unido.
La reunión se inició casi a las ocho de la mañana en un salón del Hotel Belvedere, duró una media hora y existieron tres temas excluyentes: reforma económica, intercambio comercial y Malvinas.
De todas maneras, no hubo sorpresas. El gobierno inglés había anunciado, previo al inicio de la reunión, la postura que Cameron llevaría al encuentro. “El primer ministro fue claro. Nuestra posición sigue siendo la misma y el reciente referéndum fue absolutamente claro acerca de la posición de los isleños”, anunció el Foreign Office a través de un comunicado.
Si bien los voceros del Gobierno argentino se mostraron conformes con el encuentro, el jefe de Gabinete argentino Marcos Peña destacó que ambos líderes “tienen posturas claramente distintas” acerca de la cuestión de la soberanía del territorio insular en disputa.
El otro encuentro importante de Macri fue con el vicepresidente norteamericano, Joseph Biden. A pesar de que no hubo declaraciones posteriores a la reunión, trascendió que Argentina buscaba un aval de la Casa Blanca para llegar a la negociación con los fondos buitre en una posición menos desfavorable.
Por medio de un comunicado de la Cancillería argentina, se informó que ambos funcionarios coincidieron en que en Davos se inició “una nueva etapa en la relación bilateral entre la Argentina y los Estados Unidos”. El norteamericano mostró la predisposición de su país para trabajar en conjunto especialmente en la innovación tecnológica, la defensa y la seguridad.
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, al igual que Fulvio Pompeo, estuvo presente en ambas reuniones en su rol de sostener fuera del país la unidad más allá de los matices internos, una postura que facilita la entrada de capitales extranjeros a nuestro país.
Las reuniones oficiales culminaron con la reunión entre Macri y la reina holandesa de origen nacional, Máxima Zorreguieta, en la que estuvieron presentes además el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte y la primera dama argentina, Juliana Awada.
Tras la reunión con Cameron, Macri sostuvo diversos encuentros con los presidentes de algunas grandes empresas, como Coca Cola, Total, Shell, Mitsubishi, Google y Facebook, que manifestaron su agrado por el cambio político sucedido en Argentina. De todos modos, la única de esas empresas que hizo un anuncio concreto fue Coca Cola, uno de cuyos voceros adelantó -pletórico de felicidad- que su compañía invertirá mil millones de dólares en nuestro país en los próximos cuatro años.