El presidente Mauricio Macri admitió haber formado parte de una sociedad familiar offshore radicada en Bahamas, tal como consta en una serie de documentos filtrados a distintos medios de prensa internacionales -el affaire conocido como Panamá Papers- pero justificó que fue “designado ocasionalmente” como director y dijo que “nunca tuvo ni tiene una participación en el capital de esa sociedad”.
El escándalo de corrupción y millones sacude al mundo entero pero toca lo más alto de la política argentina. Se trata de once millones de documentos filtrados a la prensa, que implican a políticos, empresarios y celebridades con sociedades off shore gestionadas por el estudio panameño Mossack Fonseca y radicadas en distintos paraísos fiscales. Entre ellos, el presidente Mauricio Macri aparece como director de una de estas sociedades -Fleg Trading Ltd.- en el período que va desde 1998 hasta 2009, dos años después de asumir la jefatura de gobierno porteña.
Estos documentos -“los documentos de Panamá”, en inglés- nacieron de una denuncia anónima que llegó al diario alemán Süddeutsche Zeitung, hace poco más de un año. Luego, la información fue compartida conn el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, integrado por periodistas de todo el mundo, que profundizó la indagación.
Al relevar los archivos, que llegan hasta el año 1977, quedaron involucrados algunas de las más encumbradas figuras de la política mundial -el presidente ruso, Vladimir Putin, jeques árabes-, celebridades y deportistas de la talla de Lionel Messi, Gabriel Heinze o, incluso, el Club Atlético Boca Juniors.
El bloque del Frente para la Victoria en Diputados reaccionó ante el escándalo que implica a Mauricio Macri, y se manifestaron disconformes con las explicaciones que dio el Gobierno. Este lunes se reunirán sus integrantes para dar forma a su estrategia y entregarán un escrito con el fin solicitar al Presidente que explique su participación en la firma.
En el FpV consideran que existe un “estado de sospecha” sobre Macri, ya que las sociedades offshore siempre tienen como fin defraudar, evadir impuestos o lavar dinero. En el pedido de informes que presentarán en los próximosa días, los diputados kirchneristas citarán como antecedente el caso por contrabando de autos que salpicó a la familia Macri durante la década del 90.
En tanto, el actual embajador en Panamá, Miguel del Sel –hasta ahora- optó por el silencio, más allá del blooper que protagonizó la cadena internacional de noticias CNN, en la que alguien googleó su nombre para buscar su foto y publicaron en pantalla una imagen del cómico caracterizado como su inefable personaje, La Tota.
La comunicación de la Casa Rosada llegó a algunos periodistas minutos después de las 18:00. Allí informaba que “ante las consultas periodísticas sobre la existencia de una sociedad denominada Fleg Trading Ltd. que estaría registrada en jurisdicción de Bahamas, la Presidencia de la Nación informa que el Señor Mauricio Macri nunca tuvo, ni tiene una participación en el capital de esa sociedad”.
El comunicado continúa afirmando que “dicha sociedad, que tenía como objeto participar en otras sociedades no financieras como inversora o holding en el Brasil, estuvo vinculada al grupo empresario familiar y de allí que el Señor Macri fuera designado ocasionalmente como director, sin participación accionaria. Sí constó en la Declaración Jurada de su padre, Franco Macri”.
La justificación de la oficina de prensa aclara que “el presidente Macri no ha declarado dicho activo en su declaración jurada fiscal, pues sólo se deben consignar los activos y nunca ha sido accionista de esa sociedad por lo que no corresponde incluirla”.
“Por último, indica la Presidencia que cualquier información adicional puede consultarse libremente en la declaración jurada patrimonial que se presentó cuando el señor Presidente Macri era Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires toda vez que tal referencia es pública”.
