La Ciudad saldó una cuenta pendiente con el "Aguilucho"

La Ciudad saldó una cuenta pendiente con el "Aguilucho"

Finalmente se impuso en forma oficial el nombre de Oscar Alfredo Gálvez al autódromo de la Ciudad de Buenos Aires. El descubrimiento del cartel con la denominación fue realizado el domingo ante 40 mil personas, antes de la carrera que consagró a Tito Bessone como campeón del Turismo Carretera de este año


Se hizo justicia con el "Aguilucho". A partir del domingo pasado, su nombre se luce en el arco de acceso al autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, que acaba de ser bautizado oficialmente "Oscar Alfredo Gálvez", denominación con la que se lo conocía popularmente desde hace 14 años. El cartel fue descubierto antes de la última carrera de Turismo Carretera, que consagró campeón a Ernesto "Tito" Bessone y a la que asistieron más de 40 mil espectadores.

Previo a su iniciación, en presencia de las autoridades del autódromo y de la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), amigos y familiares de Gálvez le entregaron una placa de reconocimiento al diputado porteño Jorge Giorno, autor de la ley que impuso el nombre a la pista.

"Me llena de satisfacción hacer justicia con Gálvez, pero no me conformo con haber impulsado la ley. Por eso vamos a trabajar para que el autódromo se transforme en un polo que renueve la actividad del sector", destacó el legislador, para quien "el autódromo debería funcionar de lunes a domingos, para generar diversas actividades y emprendimientos relacionados con el deporte motor, como por ejemplo la gastronomía temática". Lo acompañaban en la ceremonia Roberto Gálvez, hermano del corredor; Oscar Aventín, presidente de la ACTC; Gustavo Ronchetti, director de Relaciones Institucionales del autódromo y Luis Spadafora, titular del Museo del Automóvil.

Pocos meses antes de la muerte del corredor -ocurrida el 16 de diciembre de 1989-, el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires fue bautizado con su nombre. La nominación fue propuesta durante un homenaje que los periodistas especializados le realizaron al piloto el 19 de marzo de ese año en el autódromo. Luego fue colocado el cartel con su nombre, pese a que no había una norma que regularizara la situación, ya que, para esto fuera oficial, debían pasar diez años del fallecimiento del homenajeado.

Durante casi una década y media, tanto los medios como los aficionados al automovilismo llamaron así al autódromo. Hace dos años el cartel, que estaba en mal estado, fue quitado. Para restablecerlo, fue necesaria la aprobación de una norma que, de una vez por todas, regularizara la situación. La iniciativa necesitó, para convertirse en ley, que la Legislatura la aprobara en dos oportunidades, con la realización de una audiencia pública entre ambas instancias, tal como indica el procedimiento de doble lectura que la Constitución porteña establece para estos casos.

Y es un reconocimiento a la figura de uno de los más importantes exponentes del deporte nacional, quien a lo largo de veintisiete años dedicados al automovilismo obtuvo el título de campeón argentino de TC en cinco oportunidades (1947, 1948, 1953, 1954 y 1961) y seis subcampeonatos (1939, 1949, 1956, 1957, 1958 y 1960), siempre con Ford. En la categoría Autos Especiales (Fórmula 1) fue el primer piloto en derrotar a los europeos, cuando el 6 de febrero de 1949 -al mando de un Alfa Romeo 8C-308- se impuso en el circuito porteño de Palermo, bajo la lluvia y en medio del delirio de una multitud que lo aclamó.

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