Julio Baldomar fue directivo del club Vélez Sarsfield por dos períodos. La primera vez, entre 1993 y 1999 y la segunda, entre 2005 y 2014. El exdirigente recibió a Noticias Urbanas para hablar sobre la situación del Fútbol argentino y para brindar su parecer sobre la crítica etapa que se abrió tras el fallecimiento de Julio Humberto Grondona, el legandario presidente de la Asociación del Fútbol Argentino y vicepresidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado, que se produjo el 30 de julio de 2014.
“Nosotros, los de Vélez, siempre fuimos antigrondonistas, inclusive lo he criticado mucho”, manifestó Baldomar, que a pesar de militar en el bando contrario, lo mismo manifiesta que “no he dejado de admirarlo, tenía un manejo impresionante”, reconoce, no sin cierto pudor.
Refiriéndose al manejo del astuto titular vitalicio de la AFA, la admiración de Baldomar disminuye un tanto. “Nosotros, en Vélez, cuando recibíamos los cheques de la televisión, al estar asociados al Banco Credicoop, los cambiábamos en la Bolsa de Valores, pero la mayoría de los clubes cambiaban en ‘cuevas’ relacionadas con algunos dirigentes, donde se perdía un gran porcentaje de dinero en el mismo momento en que se cobraba”.
Sobre este punto se basan algunas de las diferencias que existieron entre el exvicepresidente velezano y el “eterno” presidente de la AFA, un cargo que ejerció por 35 años. “Grondona quería a los clubes endeudados, porque entonces tenían que ir a la AFA a pedir ayuda”, se enoja.
Paralelamente, Baldomar vuelve a molestarse ante las carencias que deben enfrentar los clubes de fútbol. “El Estado no ayuda nada”, dice y agrega que “Vélez -en esto nos parecemos a River- es un club social y un colegio, pero con esto nos estamos suicidando como clubes. Igual, a pesar de eso, vamos a seguir adelante con las actividades sociales, porque Vélez es eso”, remata con convicción, diferenciando el accionar de estos últimos clubes con el de los que sólo tienen fútbol y se despegan del compromiso social.
Otro tema en el que Baldomar centra sus críticas es en el actual diseño del campeonato de primera división, que recientemente se extendió a 30 equipos, en lugar de los 20 tradicionales. Cuando se lanzó la idea, de la que Grondona fue el promotor, los opositores al proyecto se reunieron e invitaron al presidente de Boca, Daniel Angelici a la reunión, pero éste le dio largas a la cita, alegando confusos motivos y dilatando su llegada, que finalmente nunca se produjo. En ese momento llegó la llamada de Grondona citando a los rebeldes, pero cuando se enteró del reducido número de sus opositores, convocó a una reunión inmediata, en la que impuso su proyecto.
Los 30 de la discordia
“Esto significó que el Comité Ejecutivo de la AFA aumentó a 30 integrantes, porque se sumaron los delegados de la B y de la C. En esa época, el yerno de Hugo Moyano, Chiqui Tapia, era el vicepresidente de la Coordinadora Ecológica Área Metropolitana Sociedad Anónima (CEAMSE) y tenía allí contratados a los presidentes de los clubes de la B y de la C, no sé si se entiende”, remata, irónico. Posteriomente, relata el exdirigente, “esos mismos dirigentes pasaron a exigir que quieren cobrar lo mismo que los clubes de de la 1ª A, lo que es un despropósito. Por ejemplo, sin ir tan lejos, Arsenal no puede cobrar lo mismo que Boca”, vuelve a molestarse.
Siguiendo con los manejos de Don Julio, Baldomar relata que “en el primer año de Fútbol para Todos, parte de ese dinero de destinaba a pagar a la policía que custodiaba los estadios los días de partido, pero en el segundo año, Grondona se apropió de esa plata y se la quedó la AFA. Hoy en día, con todos los gastos que debe pagar, Vélez pierde unos cien mil pesos por partido, una situación más o menos similar a la que viven muchos otros clubes de fútbol. Sólo River y Boca hacen una cierta diferencia”, remata.
Una Selección subvaluada
Peor aún es su opinión sobre el manejo del dinero que cobraba la selección argentina por sponsoreo. “La selección está considerada como de un nivel máximo en el marketing futbolístico. En este marco, Adidas le pagaba 18 millones de dólares a la AFA por la publicidad en la camiseta de la selección, mientras que al mismo tiempo a Francia le pagaban 40 millones, a pesar de que su camiseta cotizaba mucho menos que la nuestra. Al mismo tiempo, Nike le ofreció este año a un dirigente pagar 40 millones si éste resultaba elegido para conducir la AFA”.
“La diferencia se quedaba en algún punto misterioso. Y no quiero hablar de la relación de Grondona con Burzaco y otros empresarios, que hacían mejores negocios ellos que la AFA”, acotó, al borde de la furia.
“Cuando falleció Grondona, se volvió a equivocar Angelici. Fue un error que acompañara a Segura, en lugar de apoyar a Tinelli. Era la opostunidad de dejar de lado 30 años de corruptela, porque el fútbol argentino tiene el mismo problema que la Argentina. Se descompone igual”.
Volviendo al presente, Baldomar considera que la crisis actual de la AFA “fue una implosión, en la que el Gobierno metió la cuchara. Ahora se puede reordenar y es el momento para hacerlo. Ojalá se haga bien”, remató, esperanzado.
La crisis del fútbol
El problema de los ingresos de los clubes es, según el exvicepresidente de Vélez, “que un club medio tiene un presupuesto anual de no menos de 100 millones de pesos. El único ingreso es la televisión, porque sin visitantes no se cobra entrada. Y, a pesar de la ausencia de las barras contrarias, lo mismo hay que pagar a la policía. ¿Porqué? Porque se pelean entre ellos los barras del mismo club, o los hacen pelear para justificar la presencia policial y su ingreso económico”.
“Un partido le cuesta al club 250 mil pesos, pero no hay recaudación porque los socios y los abonados entran gratis o pagando un bono menor. Al no haber visitantes, no se recauda. Después de esto, sólo queda el ingreso por los sponsors y por la televisión. Si hay receso en el fútbol -como pasó ahora-, no hay sponsors. El único ingreso que queda por enumerar es el de la venta de jugadores, o sea que estamos en problemas”.
Barras
El problema de la barrabrava desvela a los dirigentes. “Nadie nos protege de ellos, que es una responsabilidad del Estado. Porque además, muchas veces la policía pacta con la barra y entonces seguimos desprotegidos”, remata, de nuevo entrando en rabia de nuevo.
“Los holandeses y los ingleses solo pudieron sacarse de encima a los ‘hooligans’ porque no tenían protección política. Sólo por eso pudieron. Acá, en nuestro país, tienen protección por todos lados, por eso nunca se termina de delinear una política con ellos”, se queja el exdirigente, que hoy forma parte de la Auditoría General de la Nación, después de haber manejado el fútbol profesional de Vélez y de haber formado parte del Comité Ejecutivo de la AFA.
Para rematar, en coincidencia con la citación del centrodelantero Lucas Pratto para jugar con la Selección Argentina por las eliminatorias para Rusia 2018, contra Uruguay y Venezuela, Baldomar se deshace en elogios para con el jugador. “Es impresionante, obliga, corre. Está al tope durante todo el partido. Es un jugador que lidera al equipo, juegue en la cancha que juegue”, dice, admirado.