Diputados: Marte alteró a los que discutían las comisiones en tarjetas

Diputados: Marte alteró a los que discutían las comisiones en tarjetas

La sesión fue invadida por la furia que anida en el hígado de los guerreros -y las guerreras, porque las hubo- y, aunque se cruzaron acusaciones, los acuerdos se impusieron por sobre la pelea.


Este miércoles que pasó, la sesión de la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados tuvo algunos aderezos que la apartaron de la calma habitual, para solaz de los que disfrutan de propalar las anécdotas que no eluden la maledicencia.

Primero, se produjo una invasión “extranjera”. En momentos en que se discutía el espinoso tema de la reducción en las comisiones de las tarjetas de crédito y de débito, repentinamente irrumpió en el recinto de la reunión la senadora rionegrina Magdalena Odarda (Alianza Frente Progresista), que a los gritos comenzó a pedir por la ley que establece que los caminos de sirga aledaños a los lagos y a los cursos de agua deben extenderse a 35 metros, contra los 15 metros que están establecidos en el Código Civil actual.

La impulsiva senadora habló sin micrófonos desde la cinta tras la cual se ubican los asesores, que impide el paso a los “extranjeros”, reclamando porque el proyecto de ley, que hasta hoy reposa sin esperanzas en los armarios de la Comisión, está a punto de perder su estado parlamentario. En buen castellano, esto significa que hace dos años que ingresó a la Cámara y, desde entonces, no consiguió que esas almas buenas legislativas se hubieran dado la oportunidad para tratarlo.

En los primeros momentos, el titular de la Comisión, Daniel Lipovetzky, se mostró algo sorprendido, pero reaccionó rápidamente y, a instancias del diputado Guillermo Carmona (FpV), aceptó la incorporación de la senadora Odarda a la sesión, en la que ésta aportó sus argumentos por los que el proyecto no debería perder estado legislativo. Incluso, la acompañaron los padres de Cristián González, un joven que fue asesinado el 30 de agosto de 2006 a la orilla del Lago Lolog, en San Martín de los Andes, que apoyaron su reclamo.

En el primer momento, la bancada de Cambiemos no se mostró dispuesta a aceptar el tratamiento del tema. En esa instancia, los representantes del FpV y otros bloques solicitaron que se pusiera a votación el pase a comisión del proyecto, con el objetivo de que no perdiera estado parlamentario, lo que se logró.

La senadora, emocionada, agradeció el gesto.

Pero, cuando todos esperaban que las tormentas hubieran cesado, los húsares de Marte, el Dios de la Guerra, volvieron a irrumpir para alterar la paz reinante, que, de todos modos, tras el “odardazo”, había abdicado.

En esta ocasión, la vehemencia la puso el temperamental titular de la Federación de Cámaras y Centro Comerciales de la República Argentina (FEDECÁMARAS), Rubén Manusovich, que se encontró cara a cara con el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, sosteniendo ambos posiciones diferentes en cuando al establecimiento de las comisiones en las tarjetas de crédito y de débito.

En un productivo intercambio, Manusovich acusó a “un personaje” -la alusión a Cornide era evidente- de cobrar dinero de los bancos para sostener una posición contraria a la reducción de las comisiones. A pesar de eso, Cornide defendió el proyecto de bajas en las comisiones a las operaciones con tarjeta, que pasarían del tres al uno y medio por ciento para las tarjetas de crédito y a cero, en el caso de las tarjetas de débito.

El bloque de Cambiemos sostuvo que el proyecto “no sirve”, que si fuera aprobado se reducirían las promociones, los descuentos y las cuotas, que se incrementaría el precio de los servicios, que habría menos ventas y una menor formalización de la economía. También aseguraron que están trabajando en un proyecto que “trae soluciones a este mercado”.

Para sazonar aún más la ensalada final, previamente existieron una serie de cruces y acusaciones entre el presidente de la Comisión, Daniel Lipovetzky y los diputados peronistas Gustavo Carmona, Claudio Doñate y Carolina Gaillard. Lipovetzky acusó a los peronistas porque “estuvieron diez años en el gobierno y no hicieron nada para regular las tasas de interés que cobran los bancos a los comercios”.

Los kirchneristas replicaron, por su parte, que a pesar de que hay plazo para emitir dictamen sólo hasta el 20 de noviembre, “ustedes se fueron todos a EE.UU.”, en alusión al masivo viaje de funcionarios Pro al país del norte para observar las elecciones que culminaron con el triunfo del iconoclasta Donald Trump.

En resumen, Marte, el Dios de los guerreros, los soldados y los combatientes, marido de Bellona, amante de Venus y padre de Fobos y Deimos, volvió a hacerse presente en la Cámara de Diputados, para delicia de los aburridos y para sobresalto de las damas.

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