Y finalmente dejó de respirar. falleció el chico que había quedado con muerte cerebral.
La mujer salió de la casa de su madre en la tarde del 24 de diciembre, acompañada por su hija y comenzó a caminar por la calle. De repente, vio venir hacia ellas a una moto que había girado en U para enfrentarlas. “En ese momento mi pensamiento fue ‘me vacunaron'”, narró Virginia.
“Apreté a mi hija contra la pared para protegerla. Entonces, uno se baja, le pone un arma en el pecho y le dice ‘china de mierda, dame todo o te quemo’. Yo a mi hija le enseñé que cuando le quieran robar algo, que entregue todo. Lo material va y viene…”. Todo duró apenas unos segundos. El ladrón se llevó la cartera de la chica y se subió a la moto, que manejaba su cómplice.
Cuando bajaron de la vereda, se encontraron con un auto gris, en el que viajaba un hombre con su nieto de 14 años. “Bajaron el pianito y se cruzaron con el auto gris, donde iban el abuelo con su nieto. El tipo tiró tres tiros y lastimó a la criatura”, completó Virginia.
Otro vecino, éste llamado Pablo, presenció el robo y los disparos desde la ventana de su casa. “Cuando miré por la ventana, vi una moto estacionada sobre la vereda. Los ladrones se cruzaron con el auto, esperaron que pasara y uno de ellos, sin bajarse, le disparó”, narró.
Uno de los disparos le dio a Brian Fernando Aguinaco, de 14 años, en la mandíbula, provocándole la muerte cerebral.
El incidente ocurrió en Flores a las 14:30 del sábado pasado, en el cruce de la Avenida Asamblea y Rivera Indarte. En ese lugar se ubica el sector conocido como “el barrio de las casitas municipales”.
Cuando los peritos policiales llegaron a la escena del crimen, recogieron dos vainas servidas, correspondientes a una pistola de calibre nueve milímetros. Los policías buscan indicios de la ruta de escape de los “motochorros” por medio de las cámaras de seguridad que existen en la zona del incidente. Los criminólogos podrán su atención específicamente en los ingresos a la Villa 1-11-14 y a los barrios Rivadavia I y II.
La Villa 1-11-14, que es uno de los lugares en los que suelen esconderse algunos integrantes de las principales bandas delictivas de la zona sur de la ciudad, se encuentra ubicada a unas diez o quince cuadras -depende del sitio por cual se acceda- del sitio del crimen.
Después del hecho, que según muchos vecinos se repite con demasiada frecuencia en el barrio, un grupo de indignados vecinos irrumpieron de manera violenta en la Comisaría 38ª para exigir a las autoridades que respondan con mayores medidas de seguridad. La respuesta del subcomisario fue calificada como “tibia” por los que asistieron a la reunión.
“Nos contestó que en unos días van a reforzar la dotación de la comisaría con 50 efectivos más, pero nosotros necesitamos respuestas ahora”, relató uno de los vecinos del lugar.
Entretanto, Fernando Aguinaco, el padre de Brian, trabajador del Concejo Deliberante de Quilmes, subió a una red social una foto en la que se lo ve junto a su hijo, junto con un desesperado mensaje. “Hijo no me bajes los brazos ahora x favor papi , se que la estás luchando y que vas a salir adelante xq sos un pibe muy fuerte y tenés toda una vida x delante para disfrutar… te amo con vida”.
