A usted le preocupa porqué San Pedro, la Costa Atlántica, Zárate, Colón, y muchas ciudades más tienen sus zonas de campamento y la ciudad de Bueno Aires, no. Bueno, ya no se preocupe más. Un legislador piensa en usted y presentó la iniciativa para designar un área de la Ciudad para ser utilizado como residencia provisoria para actividades turísticas en la modalidad de campamentismo.
Abelardo García, sí, el mismo de las peatonales organizadas, propone que “el Gobierno de la Ciudad realice trabajos de campo para identificar áreas, como ser la Zona Sur de la Ciudad, el Parque Sarmiento o el Velódromo entre otros y no solo exclusivamente los mencionados”. Además, estima que “la dimensión mínima requerida sería de 3 hectáreas”.
En los fundamentos, García argumenta que “se propone construir un área específica para todas aquellas personas que visitan nuestra ciudad, ya sea como turistas o para asistir a encuentros deportivos, musicales, culturales, comerciales u otros y lo hagan utilizando como residencia transitoria durante su estadía las distintas modalidades de campamento”.
Además, explica “las distintas opciones que se practican en este campo, desde el uso de las carpas, ‘mochileros’, el de casas rodantes arrastradas por automotores y hasta los sofisticados ‘motor-home’, unidades autopropulsadas, han desarrollado una alternativa cada vez más difundida no ya solo entre nuestra juventud sino y además, fundamentalmente entre las familias”.
Según sus relevamientos: “Recorriendo nuestras principales plazas turísticas podemos observar que en la mayoría de ellas este tipo de turismo es marginado a lugares alejados y a su vez son contados los casos en que se le brindan comodidades dignas, higiénicas y seguras, sin mencionar el elevado costo que se acostumbra exigirles para el uso de ellas Mientras tanto en las principales ciudades y capitales de Europa y del norte del hemisferio americano pasa todo lo contrario. Esa actividad en aquellas latitudes cuenta con el apoyo de esa infraestructura, en nuestro país casi ausente; que viabiliza esa práctica y que promueve en consecuencia su crecimiento”.
“Incorporar una zona, al efecto creada, potenciará la concurrencia de miles de turistas que generarán, para satisfacer sus necesidades, compras de combustible, lubricantes, aprovisionamiento de víveres, gastos en gastronomía, adquisición de indumentaria entre otros. El uso de servicios: transporte, para asistir a espectáculos, justas deportivas, teatros, centros comerciales, etc. todo lo cual significará en definitiva un movimiento económico de cierta importancia y posibilitará la creación de fuentes de trabajo y de nuevos aportes económicos al Gobierno de la Ciudad de Autónoma de Buenos Aires”, agrega.
Y concluye: “A la fecha la falta de un lugar específico impone a quienes desarrollan el turismo en esa modalidad (o que realizan viajes bajo ella por motivos diversos) que, o prescinden de acercarse a nuestra ciudad o que si la visitan deban pernoctar en cualquier lugar, generando situaciones de inseguridad a ellos y a los habitantes de Buenos Aires o produciendo efectos dañinos a la higiene y estética ciudadana. La explotación de este campamento podría realizarse por concesión o administración por parte del Gobierno o asociada a particulares u organismos públicos nacionales, según se estime más conveniente”.