Con un breve concierto que constó de tres temas, uno de ellos Libertango, la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires protestó este miércoles frente a la Casa de la Cultura para quejarse de la falta de mantenimiento de sus instrumentos, la existencia de "personal contratado en negro", la tardanza de 22 meses en pagarle a su director y la ausencia de una agenda programada por la Dirección General de Música.
Según explicó uno de los delegados gremiales, "no hay ningún proyecto de programación por parte de la Dirección General de Música: de los 78 conciertos que hicimos este año solamente cuatro fueron programados por ellos". El gremialista además indicó: "Por otra parte, sabemos que se hacen contrataciones de otra índole y los insumos para los cuales los ciudadanos de la Ciudad colaboran mediante sus impuestos no son colocados en su lugar: en este caso los organismos estables que dependen de la Secretaría de Cultura".
"Hemos -dijo el músico- llegado a cierta limitación a nuestra función de trabajo ya que hay elementos imprescindibles, como los timbales que el señor director de Música, Roberto Di Lorenzo, no los cubre. Alega arreglos parciales, nos faltan solamente los parches, pero hace cuatro meses estamos con la misma problemática".
Segundos después de escucharse la última canción, el secretario de Cultura, Gustavo López, bajó a recibir los reclamos de los integrantes de la Banda Sinfónica de la Ciudad y les prometió una reunión, que se hará el viernes.