Los días 10, 12 y 15 de mayo se realizará el juicio a tres policías metropolitanos por haber disparado con balas de plomo en el violento desalojo de la Sala Alberdi (Centro Cultural General San Martín) el 13 de marzo de 2013, cuando el ahora presidente Mauricio Macri era aún Jefe de Gobierno porteño.
El miércoles 3, a las 12, se realizará una conferencia de prensa en la Legislatura porteña a fin de dar a conocer detalles del juicio oral y público a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Nº7.
Los oficiales procesados y que serán acusados en el juicio son Gabriel Heriberto Pereira de la Rosa, Miguel Antonio Ledesma y Nelson Maximiliano Acosta, que son integrantes de la DOEM, (División de Operaciones Especiales Metropolitanas), cuerpo especializado en tareas de alta complejidad de la Policía Metropolitana.
Al decretarse el procesamiento, detención y prisión preventiva de los tres imputados por la Jueza de instrucción; el oficial Acosta se dio a la fuga y no se presentó a prestar declaración a indagatoria ante Wilma López.
Ante esta situación, la titular del Juzgado de Instrucción a cargo de la causa lanzó una orden de captura. Fue detenido alegando que se había ido de vacaciones al exterior del país, y tuvo que pagar fianza para permanecer en libertad hasta el juicio, ya que el juzgado rechazó su excarcelación.
Asimismo, durante el allanamiento en el domicilio del oficial Pereira de la Rosa, se encontraron un arsenal desproporcionado de artefactos represivos guardados, con lo cual se le abrió una nueva causa por tenencia ilegal de armas. Este efectivo también está implicado en la represión que causó los homicidios del Parque Indoamericano.
En relación a los efectivos de la Metropolitana que serán juzgados, se afirmó que durante la madrugada del 13 de marzo de 2013 utilizaron sus armas largas reglamentarias de la fuerza: escopetas Mossberg calibre 12/70, que coinciden, tal como lo demuestran las pericias médicas, con las heridas recibidas por Ruffa y Germán de los Santos, dos de las personas heridas en el desalojo.
Uno de los proyectiles disponibles fue extraído de la pierna de Mario Fumaroni (otro de los heridos), en tanto que el otro aún sigue incrustado en la tibia de Esteban Ruffa. Los médicos todavía no han autorizado su remoción porque le causaría un grave perjuicio físico.
Se logró identificar a los policías, fundamentalmente, a partir del material audiovisual obtenido por los querellantes y por otras cámaras.