Escalada en el conflicto del subte

Escalada en el conflicto del subte

Por ahora, las medidas de fuerza que tomaron los metrodelegados no perjudicaron a la prestación del servicio. Hace cuatro meses que los trabajadores esperan la convocatoria a una reunión paritaria, que nunca se produjo.


Los trabajadores del subterráneo nucleados en la Asociación de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) abrieron este miércoles entre las siete y las nueve de la mañana los molinetes, en señal de protesta porque hace cuatro meses que venció el plazo de la paritaria y aún no han recibido la citación pertinente de la Subsecretaría de Trabajo para reunirse con los representantes de Metrovías para actualizar sus salarios.

Antes, a las 5:52 de esta madrugada, esta agencia recibió un mail de Metrovías anunciando las medidas del sindicato que representa a los trabajadores, aunque aclarando que “los empleados del subte perciben desde enero de 2017 una suma no remunerativa a cuenta de la negociación paritaria”. Luego, el comunicado oficial de la empres informaba que “en los meses de mayo y junio dicha suma, que era del 10 % de los salarios, se elevó al 15 %, y además con los haberes del mes de junio se abonó un monto extra equivalente al medio aguinaldo“.

En el párrafo siguiente, la empresa notificaba que “la negociación salarial se encuentra en curso en el ámbito de la Subsecretaría de Trabajo porteña, en la cual la empresa participó y seguirá participando de todas las audiencias correspondientes a este proceso“.

En diálogo con Noticias Urbanas, el secretario de prensa de la AGTSyP, Enrique Rosito, informó que “esta tarde volveremos a abrir, entre las 17:00 y las 19:00, los molinetes en las cabeceras correspondientes al centro de la ciudad”.

El gremialista, que relató que “el 12 de mayo comenzamos con una batucada y el 15 de junio realizamos una apertura de molinetes. Los pasos que vamos a seguir de ahora en más incluyen asambleas -que se realizarán hoy en todos los lugares de trabajo- desde las cuales saldrá el mandato que los delegados llevarán a la reunión final. Allí se decidirán los pasos a seguir“.

En este punto, Rosito aclaró que “hasta ahora, en las medidas de fuerza que decidimos, nos hemos cuidado de no perjudicar a los usuarios. Las medidas que se tomaron son para llamar la atención a Metrovías y a la Subsecretaría de Trabajo, que no nos convoca hace cuatro meses. Hasta hora no nos recibieron nunca y esto es lo que genera el conflicto. Vemos que no existe voluntad de negociar, a pesar de que ya presentamos dos notas ante la Subsecretaría de Trabajo, siempre sin respuesta hasta hoy”.

Para el final quedan las consideraciones del comunicado de la empresa concesionaria de la operación del servicio de subterráneos, que en su punto final anunciaba que “ante el anuncio de esta medida de carácter ilegal, en cuyo marco se suelen vandalizar dispositivos, ocupar instalaciones, y abrir puertas de emergencia para facilitar la evasión, Metrovías ha realizado la denuncia correspondiente ante las autoridades laborales para su inmediata intervención y aplicará las sanciones correspondientes”.

¿No sería más sencillo convocar a los trabajadores a las reuniones paritarias, antes que prometer “las sanciones correspondientes”, que no sólo agudizarían el conflicto sino que además perjudicarían el servicio que ofrecen, ya que se supone que todos los trabajadores cumplen con una función de utilidad para brindarlo adecuadamente?

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