Los distritos bonaerenses cuyos cómputos quedaron inconclusos

Los distritos bonaerenses cuyos cómputos quedaron inconclusos

Van de la primera a la tercera sección, que se sabía de antemano que le darían el triunfo a CFK. El manejo de Indra fue desprolijo y cuestionable.


A la polémica que se desató la noche del domingo por la publicación de las cifras de los comicios legislativos, que incluyeron enormes tardanzas y cifras poco previsibles en varias ocasiones, como mínimo, se les sumó en la mañana de este lunes postelectoral -cuando los que no trasnocharon “leyeron” el escrutinio- la aparición de algunas “faltas”. Éstas tuvieron que ver con las mesas que nunca fueron cargadas en el sistema electoral, que manejó con mano esquiva la empresa española Indra, utilizando una equívoca matemática para medir la voluntad política de los argentinos.

Las mesas que aún no fueron sumadas al sistema provienen, en especial, de algunos partidos de la primera y de la tercera sección electoral, al contrario de algunos distritos favorables a la coalición oficialista, cuyos guarismos aparecieron raudamente en el sistema y, por lo tanto, en las pantallas.

El caso es que en Ensenada se escrutaron hasta ahora 140 mesas, que equivalen a un 89,74 por ciento del total. Allí, Unidad Ciudadana lleva una ventaja de 14,98 puntos sobre los candidatos de Cambiemos.

En el partido de Malvinas Argentinas, las cosas fueron parecidas. El conteo se interrumpió cuando se llevaban escrutadas el 90,93 por ciento de las mesas, cuando Unidad Ciudadana aventajaba al oficialismo provincial por 32,94 puntos porcentuales.

En Florencio Varela, también cayeron las sombras sobre los contadores de votos, o sobre los “data entry. La ventaja de Unidad Ciudadana por sobre Cambiemos era también contundente: 20,39 puntos.

Moreno, como no podía ser de otra manera, no fue la excepción. Allí, los sumadores de porotos de declararon en rebeldía cuando Unidad Ciudadana se encontraba en la delantera por unos definitivos 14,48 puntos.

Otro distrito en el que los ábacos dejaron de funcionar de manera sorpresiva fue Merlo, adonde los candidatos de Unidad Ciudadana habían logrado una luz de 24,54 puntos de distancia por sobre los de Cambiemos.

En La Matanza, las cosas estaban siendo como siempre. Esto significa que el peronismo iba adelante, aventajando a los candidatos de Cambiemos por 21,07 puntos porcentuales de la voluntad de los matanceros.

Por su parte, en José C. Paz, la tierra en la que gobierna el ínclito Mario Ishii, los pobladores locales decidieron otorgarle a los candidatos de Unidad Ciudadana una ventaja de 19,39 puntos por encima de los que prefirieron a los de Cambiemos.

En Berazategui, por su parte, los sureños del lugar le dieron a la candidata opositora una ventaja de 17,59 puntos por sobre el exministro de Educación.

En Ezeiza, en cambio, los lugareños de la comarca le concedieron a la expresidenta una ventaja de 15,72 puntos antes de los que lo hicieron al candidato de Cambiemos.

Antes de que estos sufragios fueran tenidos en cuenta, el recuento se detuvo y a partir de ese momento comenzó a tomar forma la sospecha de que este hecho no fue casual. La estrategia del Gobierno fue la de quitar de las tapas de los diarios la noticia de un triunfo opositor en el territorio en el que se pelea “La Madre de Todas las Batallas”. En la madrugada de este lunes, mientras los votos ya no se contaban, los diarios anunciaban la victoria de Cambiemos en diez provincias y el inicio del reinado de la nueva figura partidaria, María Eugenia Vidal.

De todos modos, la euforia, el baile y el estudiado desenfado del que suelen hacer gala los referentes del partido amarillo sólo triunfaron en las pantallas, ya que el peronismo se impuso en 14 distritos, incluido el de la Provincia de Buenos Aires.

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