Patricia Bullrich y Fernando Caeiro denunciaron al Ejecutivo porteño por entregar credenciales de recicladores urbanos -leáse cartoneros- a menores de edad para recoger basura en horario nocturno y presentaron una acción de amparo para que se ordene al Gobierno de la Ciudad que arbitre los medios necesarios para el cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño, la cual se encuentra incorporada en la Constitución Nacional luego de la reforma del año 1994.
Asimismo, pidieron como medida cautelar previa, que se ordene al Ejecutivo que cese en la entrega de credenciales e inmediatamente arbitre los medios para la asistencia psicológica y social de los menores que se observan en un video que adjuntaron al amparo, para que "los mismos continúen con sus estudios escolares".
En los fundamentos del amparo se señala que "el Gobierno de la Ciudad viola la Constitución, los acuerdos internacionales, la Convención de los derechos del niño, la ley 20.744 de Contrato de Trabajo, la Ley 19.587 de Higiene y Seguridad, al utilizarlos para realizar tareas de recolección de residuos. Estas tareas absolutamente insalubres, consisten en revolver bolsas de basura a su riesgo y costo con la ‘capacitación’ y la autorización expresa de áreas de gobierno. Las tareas se realizan en horario nocturno, a partir de las 20, pues a esa hora (entre las 20 y las 21) los vecinos cumplen con su obligación de sacar las bolsas de residuos".
"Se violan de esta manera -agrega- las dos condiciones que prohíben absolutamente el trabajo de menores en nuestro sistema legal: trabajo insalubre y en horario nocturno. El sistema de legitimación del trabajo infantil, insalubre y nocturno, que a dichas características suma el contexto de marginalidad en el que se desarrolla, goza sin embargo de la protección de una ley de la Ciudad de Buenos Aires, la 992. Se los llama recuperadores urbanos y en la propaganda que se les extiende a quienes participan del plan se les menciona como a un ‘trabajo digno’, ni marginal ni peligroso, ni insalubre".
Tanto Bullrich como Caeiro reclamaron que "dichos jóvenes tienen absolutamente prohibido trabajar en estas tareas. Se ve agravada dicha situación por el horario nocturno. Los organismos encargados de impedirlo (Subsecretaría de Trabajo y Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes), no sólo no lo hacen, sino que participan del sistema".
Según se explica en la presentación judicial "un folleto que acompañamos, titulado La salud es lo primero, les es entregado en las dependencias del Programa de Recuperadores Urbanos a los menores cuando se inscriben en el sistema. Como un presagio irónico, se les advierte sobre residuos peligrosos, exceso de carga y accidentes en la vía pública. En el capítulo sobre los trenes, les mencionan que el viajar en el techo pone en peligro sus vidas, por eso la deben cuidar. Con un sarcasmo más propio de la ignorancia de las leyes que de la fina ironía se les informa que ‘los chicos no pueden abrir las bolsas de residuos’. Acá nos debemos formular un interrogante, si no abrimos las bolsas, ¿cómo extraemos los residuos?".
En el amparo, la ex candidata a jefa de Gobierno y el ex diputado porteño piden que se libre oficio al Gobierno de la Ciudad para que remita el listado de gente a la cual se le ha entregado credenciales en base a la ley 992 de la Ciudad de Buenos Aires. Posteriormente, chequeada y verificada la lista, se disponga el inmediato retiro de dichas credenciales a todos los menores de edad, y se obligue al Gobierno al efectivo cumplimiento de la medida, retirando a los menores que recogen residuos y disponiendo en el área que corresponda, la entrega de becas para estudiar completando el primario y secundario a dichos menores".
Además, se adjuntaron como pruebas documentales una copia del acta de registro como recuperadores urbanos de dos menores de edad, copias de la folletería entregada por el Gobierno de la Ciudad a los Recuperadores Urbanos, un informe de entrevistas a recuperadores y un informe de trabajo infantil. Por último, Bullrich y Caeiro solicitan que se cite a declarar a la persona que se observa en un video tape, que también se agregó como prueba.
