Tiempo atrás, la llegada de febrero era recibida con alegría
por todos los porteños. No existía la necesidad y el impulso
arrebatado de despejar cuerpo y mente con una sobredosis de arena o de sierras durante quince días o un mes que, en la mayoría de los casos, resultan insuficientes. Antes, la llegada de los corsos, carnavales y murgas era suficiente para inundar de alegría la Ciudad durante unos días. ¿Y ahora?
A medida que pasan los años, la estética y la mística que rodeó a los carnavales volvió a resurgir. Durante el verano 2006, entre el 4 y el 27 de febrero, 41 corsos y 105 murgas se desplegarán por los diferentes barrios de la Ciudad con música, baile, brillo y mucho color. Pero, ¿cómo hacen
estas agrupaciones para sobrevivir? "Rifas, sorteos, presentaciones, hacer y vender gorros y remeras, etc. Todo vale para que tengamos los parches, los instrumentos y trajes. Por ejemplo, para que una murga esté en buenas condiciones y pueda tener un transporte para las noches que dure el carnaval, tiene que gastar cerca de 4 mil pesos. Una tarea nada fácil", expresó Miguel Ávila, presidente de la agrupación MURGAS y referente de "Los Verdes de Monserrat", a NOTICIAS URBANAS.
Mauro Santella es docente de educación física. Sin embargo, por varias horas se olvida de las rutinas deportivas rutinarias para transformarse en cantor de la murga "Los Quitapenas", surgida hace 15 años de un taller realizado en el Centro Cultural Rojas. "Las murgas son el folklore de la Ciudad de Buenos Aires”, señaló a este medio.
La recuperación de la importancia de los carnavales como expresión popular, en la Ciudad, comenzó en 1997, cuando el ex Concejo Deliberante sanciona la Ordenanza Nº 52.039, por la cual "se declara patrimonio cultural la actividad que
desarrollan las agrupaciones de carnaval". También se declara que el Gobierno porteño tiene la obligación de garantizar la realización de los carnavales. El último reconocimiento fue cuando la Legislatura aprobó la Ley Nº 1322, que declara días no laborables los lunes y martes de carnaval (24 de junio de 2004), otra de las cosas que la dictadura militar eliminó, en 1976.
"La murga porteña tiene más de 50 años de tradición. Es el nuevo arrabal. En los carnavales, son las instituciones y los vecinos los que hacen todo. En Gualeguaychú, por el contrario, el Estado invierte, pero nosotros no estamos de acuerdo en que una fiesta popular sea cerrada y paga”, señaló Ávila.
LA LUCHA POR EL FERIADO NACIONAL Y LAS DIFERENCIAS CON EL GOBIERNO PORTEÑO
Las murgas seleccionadas para participar dentro del circuito oficial de expresión y de representación social se reparten parte del presupuesto que el Gobierno porteño destina para la Ciudad, a través de la Comisión de Carnaval que está en
manos de Ana Villa, cerca de 1.129.000 de pesos. Sin embargo, la relación entra las murgas y el Gobierno no es la mejor, sobre todo por más y mejor infraestructura y la lucha por un feriado nacional. "El objetivo es que los carnavales
vuelvan al calendario pero no como asueto administrativo, como ahora, sino como feriado nacional. Sin embargo, la fiesta la hace la gente y no un decreto", señaló Mauro
Santella. Actualmente, la Comisión de Carnavales es el órgano colegiado encargado de establecer las políticas
necesarias para la realización de los carnavales. Está compuesta por cuatro delegados de las murgas, dos de las que tienen más de 50 integrantes y dos de las que tienen
menos de 50; un representante de la comisión de cultura de la Legislatura porteña; y un representante del Gobierno porteño.
2Con el Gobierno tuvimos problemas con Ana Villa, porque no le está dando la importancia que amerita. No está a la altura para llevar a cabo la mayor activad múltiple que se hace en la Ciudad, como son los carnavales. Nosotros
pedimos que el Gobierno se encargue de bajar infraestructura, como escenario, iluminación, seguridad,
algo que falló en los carnavales anteriores”, aseguró Ávila.
Consultada por NOTICIAS URBANAS, Ana Villa respondió: "El
Gobierno de la Ciudad apoya con baños químicos; seguro contra terceros; tendido de luz; vallado; guardia urbana.
Además, SAME tiene todas las direcciones de los corsos y tenemos los números para las urgencias. Hacemos todo lo que podemos y lo que está a nuestro alcance".
Después de años de olvidos y mordazas, las agrupaciones que
toman la posta de gritar al son de los tambores las injusticias sociales, continúan con el proceso de recuperación de una de las fiestas más tradicionales que tiene la Ciudad, pero que -vaya paradoja- tiene su máxima expresión a muchos kilómetros de distancia, en el corsódromo de Gualeguaychú.
CULTURA MOMO
El concepto carnaval, lo que significa y representa, está asociado a la palabra “Momo” ¿Por qué? Cuenta la leyenda la existencia de un dios denominado Momo, hijo de Hipnos y de Nix o de Eris. Momo era el dios de las burlas, los chistes y las bromas. Se encargaba de corregir con sus críticas, aunque sarcásticas, a los hombres, y también a los dioses. Momo personifica la crítica jocosa, la burla inteligente.
En definitiva, una mezcla de protesta y diversión, al ritmo de la música y los tambores. Quizá, fue la capacidad de expresión y de representación social que generó esta actividad lo que llamó la atención de un grupo de señores con la gorra militar bien puesta, a quienes la simple palabra "masa" aterrorizó. Por eso, la anulación del feriado por carnaval. Por eso, los esfuerzos para que la alegría de paso a la tristeza.
"Una de las novedades para este año es la grabación de un CD con las 10 mejores canciones del carnaval. Esto es independiente del Gobierno y el encargado será Daniel Buira (creador de La Chiringa y ex baterista de Los Piojos)", señaló a NOTICIAS URBANAS Miguel Ávila, uno de los referentes de
"Los Verdes de Monserrat".
Para ver el cronograma completo de los Carnavales 2006, visitá el Suple Urbano, haciendo click en el banner correspondiente.
