Es uno de los temas que más le preocupan al Gobierno nacional y a los gobernadores: que el acuerdo con el FMI detenga la obra pública. Para Cambiemos, la obra pública iba a ser un caballito de batalla fundamental para lograr la reelección de Mauricio Macri en el 2019. por eso, los funcionarios nacionales se apuran en declarar que la obra pública no se detiene, a pesar, de los recortes que supuestamente exigirá el Fondo.
El ministro de Transporte de la Nación, Guiillermo Dietrich, aseguró que “no habrá ningún recorte en ninguna obra pública que se haya iniciado”, como consecuencia de la decisión del Gobierno de reducir el déficit fiscal y el gasto público.
Dietrich anunció además que se convocará a nuevas licitaciones para proyectos bajo la modalidad de Participación Pública Privada (PPP).
“No habrá ningún recorte en nada que haya iniciado. Va a empezar un montón de obra pública nueva”, subrayó Dietrich a radio La Red.
Explicó que “se van a cambiar más obras de PPP por menos obras de las nuevas financiadas por el Tesoro, de manera que nos va a ayudar a converger al déficit” de 2,7% planteado por el Gobierno nacional.
Se abrieron las ofertas económicas para la transformación de más 3.300 kilómetros de rutas nacionales, que implican una inversión total de cerca de US$ 8.000 millones, de los cuales 6.000 millones se invertirán en los primeros cuatro años para transformar la nueva Red de Autopistas y Rutas Seguras.
Las obras para toda la red generarán más de 50.000 empleos directos e indirectos, y reducirán accidentes en casi un 70%.