El puntapié inicial lo dio el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri. Durante el último fin de semana le dio un reportaje a la CNN donde aseguró que acompañará las medidas que se resuelvan en los parlamentos para retirar el nombre de Néstor Kirchner de monumentos, calles y edificios públicos.
A los pocos días se presentó un proyecto de ley establece en su artículo 3 que en el caso de que un espacio público lleve el nombre de un funcionario/funcionaria o personalidad destacada, “la misma no haya sido declarada culpable con sentencia firme en ningún tipo de causa que atente contra la integridad de la nación o ninguna persona física, o haya sido juzgado e inhabilitada para ejercer cargos públicos”.
“Con la escalada mediática y cómo este tema se trasladó a la sociedad, me pareció importante sentar una base que establezca que quienes son inhibidos para ejercer la función pública, no sean representados en lugares públicos, calles, o monumentos”, explicó en diálogo con Perfil la diputada nacional de Cambiemos, Josefina Mendoza, que es la autora de la iniciativa.
“Actualmente no hay una legislación que regule la nomenclatura en los espacios públicos, y la intención de la ley también apunta a tener otra visión de la política”, sostuvo. ”
“Lamentablemente con todo lo que vemos, lo más probable es que la gente siga descreyendo de la política, y la relacione con la corrupción y con malas prácticas”, dijo la diputada Josefina Mendoza.
Quienes apoyan la iniciativa, entre los que están los diputados Daniel Lipovetzky, Gabriela Burgos, Carla Carrizo, Soledad Carrizo y Paula Oliveto entre otros, manifiestan la intención de abolir lo que consideran como “monumentos a la corrupción”, respecto a lo que Mendoza comentó: “No queremos que de alguna forma hayan monumentos a la corrupción, y buscamos transmitir otros valores. Para eso hay que legislar que no se reconozca a un político cuando no ejerció bien su función, o cuando le robó a la sociedad, que es lo que estamos viendo ahora”, sentenció.