Durante la sesión ordinaria del jueves, el vicepresidente de la Comisión de Planeamiento Urbano y diputado por Unidad Ciudadana (UC), Javier Andrade, realizó un encendido discurso, en el que planteó duras críticas en relación al Código Urbanístico que el oficialismo terminaría aprobado, unos minutos después, en primera lectura.
Andrade habló de una oportunidad perdida. “Si tenemos en cuenta que el mismo proyecto político tiene a su cargo la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos, en la que se logró consolidar la autonomía, con el traspaso por ejemplo de la Policía, entendemos que se está perdiendo una oportunidad histórica para pensar, en serio, la Ciudad de los próximos treinta años, con la mayor cantidad posible de expresiones académicas, profesionales y comunitarias de la ciudadanía”.
Andrade recordó que “el artículo 29 de la Constitución porteña, plantea que es el Plano Urbano Ambiental el que constituye la ley marco a la que se debe ajustar el resto de la normativa urbanística y las obras públicas” y que en consecuencia se debería haber tratado aquel texto, sancionado en 2008, y vencido en 2013, “porque ahí está el marco general para los códigos de Urbanización y Edificación”.
Con respecto a la participación ciudadana, advirtió sobre “la escasa participación que tuvieron en la discusión los órganos políticos de las comunas, como lo estipula la Constitución Porteña y la ley de Comunas 1.777, esto es las Juntas Comunales, los Consejos Consultivos y los y las comuneras”.
Con respecto al eje ‘Ciudad integrada’ del código, Andrade le dijo al bloque oficialista: “Yo los desafío a encuentren una herramienta del nuevo código que más allá de la enunciación, trabaje y genere propuestas o soluciones para romper con la desigualdad que hay entre la parte norte y sur de la Ciudad”.
Andrade recordó que “en todas las reuniones de comisión, tanto de diputados/as, como de asesores/as, no encontramos expresiones a favor del nuevo código”. Se refirió a los concejos de arquitectos, colegios de ingenieros, colectivos de ambientalistas, comuneros, y en especial la Fundación Rumbos, que promueve la accesibilidad de las personas con discapacidad. “Solo uno, arquitecto, lo recuerdo bien”, apuntó el legislador, “por su crudeza pero también sinceridad, que dijo en la Ciudad de Buenos Aires tiene que vivir el que la pueda pagar”.
“La virtud más importante que se está poniendo en valor en el código, de parte del oficialismo, es la mayor capacidad constructiva, pero nadie tiene de qué cantidad hablamos, para quién, ni qué rol regulatorio tendrá el Estado en ese escenario de crecimiento”, remarcó el legislador de UC.
Con respecto al Código de Edificación, el vice de Planeamiento Urbano contó que “el mínimo que se exige para la ‘Sala de estar’ de una vivienda de dos dormitorios, es de 9 metros”. Hasta hoy todavía son 11. “Y para el comedor también se exigen 9, cuando ahora son 16, y para un dormitorio se exige un mínimo de 7,5 metros”, agregó. “¿Estas son generales del habitante de la Ciudad”, le preguntó al bloque de Cambiemos. No podemos votar un proyecto que habilita la construcción de dormitorios que no tienen ni siquiera 3 metros por 3”.
Por último, Andrade reclamó la presencia del ministro de Desarrollo Urbano, que no estuvo en el recinto, tampoco el subsecretario, “a pesar de que se trata de un código relevante para el diseño de la Ciudad para las próximas tres o cuatro décadas”, recordó. Y contó: “Tampoco estuvo en ninguna reunión de la comisión de Planeamiento. Tuvimos que ir nosotros, luego de mucha insistencia, a su ministerio, donde nos confesó que había intención de densificar la Ciudad”. Y volvió a preguntarle al oficialismo: “Para qué, para quiénes, qué tipo de vivienda”.
El diputado cerró su intervención con algunas cifras y placas. “En la Ciudad, en los últimos años, se construyeron alrededor de un millón y medio de metros cuadrados por año. El 70% por ciento de ese metraje corresponde a vivienda multifamiliar. Y de ese universo del 70%, el 65% correspondió a vivienda suntuosa y lujosa. ¿Qué intervención tiene el Estado en esta situación?”, volvió a cuestionar.
“¿Cuánto se incremento el valor del suelo entre 2002 y 2015?”, consultó. “Un 569% y en el sur de la Ciudad, más aún: 712%, siendo la zona en la que se torna más inaccesible el acceso a la vivienda”, contestó, y volvió a cuestionar la idea de la Ciudad Integrada que pregona el Gobierno porteño.
Por último, llamó a todos los actores involucrados en el código, a participar de modo masivo en la audiencia pública anterior a la segunda lectura del proyecto que, según el bloque de UC, está pensando para favorecer a los desarrolladores inmobiliarios, a la patria contratista, por la mayor constructividad prevista y el incremento del valor del uso del suelo