Bergoglio dio misa en medio de la batalla

Bergoglio dio misa en medio de la batalla

Una parroquia a metros del Parque Indoamericano recibió al líder de la iglesia católica. La jueza Elena Liberatori se cruzó a saludarlo. Mientras que un puntero del PJ lo increpó por su mensaje de unidad latinoamericana.


El escenario de batalla por la ocupación del Indoamericano este domingo por la tarde se concentró a metros de la iglesia donde el cardenal Jorge Bergoglio dio misa. No fue casualidad. En Escalada y Castañares frente a los monoblocks del barrio Nagera se encuentra la parroquia San Juan Diego (homenaje a un indígena católico). Una hora antes de la llegada del líder de la iglesia católica punteros del PJ relacionados al macrismo del barrio Samoré (otro complejo de monoblocks) movilizaron a la juventud marginal local. Corte en las rotondas donde se cruzan las avenidas. Todo con neumáticos prendidos fuegos. Mientras seguían bebiendo alcohol, estos adolescentes cada tanto apedreaban automovilistas o linchaban a alguna persona (sin distinción de sexo) con aspecto físico indígena.

En el medio de calles cortadas, de agrupamientos de lumpenes y vecinos contra la Prefectura que custodia esa parte del parque, es que a las 18 arribó el arzobispo de la Ciudad.

Minutos antes se había acercado a la parroquia en auto la jueza porteña Elena Liberatori. En cuanto vio a Bergoglio la magistrada lo saludó. ?Quiero agradecerle todo lo que está haciendo?, expresó Liberatori al religioso.

La iglesia en su interior tiene colgada banderas de todos lo países de América, entre ellos de Bolivia. En el marco de la celebración por la Virgen de Guadalupe es que el cardenal dio su sermón en referencia a la unidad latinoamericana, más conocida como la Patria Grande. ?San Juan Diego fue enviado a ver al obispo por la virgen de Guadalupe siendo él morocho. Ese es el mensaje. Guadalupe es la madre de América. Ella también como virgen morena?.

Bergoglio habló del respeto a ?hermanos de nuestra América? y de la construcción de la ?Patria Grande?. Mientras se escuchaba el motor de un helicóptero policial, se respiraba los gases de los neumáticos quemados, sirenas de ambulancias y bombos. Esto no lo intimido para impulsar a sus fieles que siguieran el ejemplo de aceptación y tolerancia contra los discursos de discriminación.

Terminada la celebración religiosa los sacerdotes -entre ellos un cura de la villa 15, más conocida como Ciudad Oculta- salieron afuera de la iglesia para saludar a su congregación. La iglesia San Juan Diego tiene un patio. En ese momento un hombre obeso, de barba candado que algunos señalaron como hermano de un dirigente del PJ se acercó a increpar al arzobispo.

Del otro lado del alambrado a tan sólo 50 metros se producían los primeros ataques contra los efectivos de prefectura que custodiaban el Parque Indomaericano. Estos respondían con gases lacrimógenos.

?El mensaje es la hermandad que tenemos con todos los países de Latinoamérica?, sostuvo a este medio Jorge Bergoglio antes de retirarse. A los minutos cuando subía a un auto volvió a increparlo el hermano de este puntero del PJ. ?Compromete. Vos estas discriminando al ir solo a la iglesia. Tenemos cuatro muertos?, le gritó a menos de un metro de distancia. El religioso se paró y mirándolo a los ojos le respondió ?estoy metido hasta el cuello con este tema?.

Tras la partida del Cardenal la violencia se acrecentó. Empezaron las detenciones. Los tiros con armas de fuego. La televisión volvía a mostrar el escenario de una batalla.

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