Finalmente, la conducción del peronismo eligió a Jorge Capitanich para que represente en Chaco al Frente de Todos, dejando de lado al actual gobernador, Domingo Peppo, que deberá competir con “boleta corta” -también dentro del FdT- el 11 de agosto en la interna para el Senado de la Nación.
El actual intendente de la capital provincial, Resistencia, será, entonces, precandidato a senador nacional en la boleta del Frente de Todos, mientras que Peppo irá sin presidente. La interna entre ambos dirigentes provinciales ardía desde el inicio del mandato de Peppo, que le disputa al exjefe de Gabinete la conducción del peronismo chaqueño desde hace cuatro años.
Finalmente, tras una accidentada negociación, ambos dirigentes habían acordado compartir la papeleta para senadores, en la cual Capitanich iría como titular y Peppo como suplente. Esta maniobra hubiera permitido que el perdedor en la elección para gobernador se quedara con una banca senatorial.
Ahora, los dos contendientes pelearán por una banca en el Senado el 11 de agosto y luego ambos pelearán el 29 de septiembre por la Gobernación. De esta manera, la pelea será a todo o nada, ya que es casi seguro que el que gane la primera elección lo hará también el 22/9.
La decisión tiene que ver con las alineaciones de ambos candidatos. Desde el primer momento, al asumir, Peppo se diferenció de Cristina Fernández de Kirchner y se acercó en el último año a Alternativa Federal, opción de la que se alejó recién cuando ésta se desmembró, como si un travieso Jack el Destripador vernáculo hubiera esgrimido su navaja en trance divisionista. Asimismo, en alguna ocasión más reciente -en 2017, en la elección parlamentaria de medio término- consideró a Cristina como “una dirigente más” del peronismo, ninguneando su importancia.
Finalmente, como ésta no es hoy “una dirigente más”, el que sufrió las consecuencias fue Peppo, con el desacuerdo de Alberto Fernández, que prefería un tránsito armónico hacia octubre, inclusive en la parada intermedia de agosto. No pudo ser.