Miguel Bonasso viene de recorrer el domingo el sur de la Ciudad. Estuvo en Mataderos, Lugano 1 y 2, en la feria de los pájaros y en las plazas de la zona. Ferviente kirchnerista, aprovecha la popularidad y con optimismo define que "la gente está volviendo a confiar en los políticos".
Él cree "que debemos entender que hemos terminado una etapa de mercado sin ley, que expresó el menemismo porque eso es el capitalismo bandolero. Es decir, yo creo que el capitalismo que expresa Macri es el capitalismo prebendario, hecho a expensas del Estado" aunque no se adjudica el rol de denunciante de Macri.
Bonasso no se autocritica por haber soñado con una sociedad libre, más justa, más fraterna. "Eso creo que no hay que autocriticarse porque son los principios, son principios inmutables". Pero admite que "los errores fueron a veces considerarse la vanguardia o la conducción y a veces, como decía Rodolfo Walsh, extraviarse y adelantarse demasiado a lo que es la voluntad popular, a lo que realmente la sociedad -o buena parte de la sociedad- a la que querés representar, quiere. Es por eso que desde entonces he trabajado siempre tratando de no adelantarme demasiados kilómetros. Está bien que uno pueda marcar `por aquí vienen las cosas` pero no conviene alejarse del pelotón".
El periodista, que fuera jefe de prensa de la campaña y del gobierno de Héctor Cámpora, entiende que hace falta una autocrítica de los montoneros, desconociendo varios documentos en esa línea, producidos en la década del 80 por la conducción de la organización, cuando él no pertenecía más a ella. Los tres integrantes de la conducción nacional que sobrevivieron se han referido en forma autocrítica, por poner un ejemplo, al pase a la clandestinidad ocurrido durante el gobierno democrático de Isabel Perón, como uno de los errores estratégicos de aquella etapa.
Bonasso no comparte con Hebe de Bonafini la idea de que "no hay revolución sin armas" y lo justifica con la creación del Partido Revolucionario Democrático. Además insiste en ligar al menemismo con Macri y le parece que puede ser "atroz dejarle (¿quién se la deja?) la caja de la Ciudad", dando a entender que quien gane manejará el presupuesto de la Ciudad en forma discrecional.
Acerca de los que igualan al terrorismo de Estado con las acciones realizadas por las organizaciones político militares, reinvindicó lo dicho por el general Martín Balza hace mucho tiempo: "no existe la menor proporción entre los delitos aberrantes que se cometieron desde el Estado, con el poder del Estado, por la gente del Estado, que cometieron crímenes de lesa humanidad, que violaron, secuestraron, hicieron desaparecer, se quedaron con los hijos y bienes de sus víctimas, como ha quedado suficientemente probado, y los delitos que se cometieron desde la resistencia civil, infinitamente menos poderosa y obviamente no estatal".
Para terminar Bonasso afirmó que "la corrupción está generalizada por eso digo que es cultural" al tiempo que coincidió con su entrevistador en que muchos que se autodenominan progresistas, lo mismo son corruptos, porque la corrupción no va de la mano de la ideología.