El diputado nacional por la Coalición Cívica se mostró conforme con la decisión de la Corte Suprema de aceptar el pedido de per saltum por parte de los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, removidos por el kirchnerismo desde el Senado. Muy crítico de la postura de la vicepresidenta Cristina Kirchner ante la Justicia, aseguró que el Máximo Tribunal “aceptó que se trata de un caso de gravedad institucional”.
¿Qué opina de la decisión de la Corte Suprema?
Es una buena noticia que haya aceptado el per saltum, porque significa que aceptó que se trata de un caso de gravedad institucional. Por un mecanismo inconstitucional se removía a tres jueces federales que intervinieron en causas donde estaba involucrada la vicepresidenta de la Nación, en las que la Justicia estaba demorando mucho en el tratamiento del caso. Cambiar el régimen constitucional o apartarse de él con el fin de remover a tres magistrados es un hecho de gravedad institucional, en el que la Corte tenía que intervenir. Ahora esperamos la decisión de fondo
¿Piensa que el Gobierno podría volver a impulsar la remoción de los jueces?
Hay que esperar el fallo de la Corte, pero si falla en contra de lo que hizo el Gobierno, me sorprendería que insista. Aceptar lo que dice el Poder Judicial es básico, nos guste o no nos guste. Sería desobediencia.
Espero que la Corte mantenga su autoridad, que diga lo mismo que en 2018, que los jueces fueron bien trasladados y ponga un punto final a la cuestión. Y ojalá sea rápido, todos lo necesitamos, la Argentina lo necesita.
¿Qué esperan del fallo de fondo?
Que la Corte mantenga su autoridad, que diga lo mismo que en 2018, que los jueces fueron bien trasladados y ponga un punto final a la cuestión. Y ojalá sea rápido, todos lo necesitamos, la Argentina lo necesita. La única agenda de Cristina Kirchner es la de su impunidad y tener un Poder Judicial, a futuro, que le responda a ella. Esta agenda pone en tensión a toda la Argentina, de punta a punta. Ojalá que desista de seguir alterando la paz, la economía y la política de todo el país. Eso es lo que más me preocupa. En la Corte debería encontrar un freno.
¿Cree que la decisión de la Corte fue un mensaje hacia el Gobierno?
No me gusta pensar en mensajes que la Corte brinda o no brinda. La Corte tomó la decisión de atender un caso muy relevante, que tiene una connotación pública por los actores involucrados, es decir, el Senado, el Presidente y, especialmente, la vicepresidenta. Cada uno puede leer como quiera el hecho de que se haya decidido atender un caso con esa relevancia pública. Yo lo leo con abstracción. La Corte ejerció el rol que le toca ejercer. Y eso es muy bueno, porque a veces, la Justicia es temerosa de la política y especula.
¿Qué significa que se haya tomado la decisión por unanimidad?
Significa que es una decisión más sólida y que hay más indicios de que el caso va a ser resuelto conforme al pedido de los tres jueces federales. El hecho de la unanimidad es una buena noticia, porque los cinco jueces admiten que hay una gravedad institucional.
¿Cree que esta decisión podría sentar un precedente con respecto a la reforma de la Justicia que impulsa el Gobierno?
No lo sé, me parece que el caso es lo suficientemente escandaloso como para tener identidad propia. Aunque en la cabeza de Cristina Kirchner sí está vinculado. Primero hubo un intento de reforma judicial, que tiene media sanción del Senado. Después, un intento de remover a Casal y a Bruglia, Bertuzzi y Castelli. Y si sale bien esto, de remover a los jueces de la Corte. Esta lectura la puede hacer cualquiera, y me parece una lectura política correcta, tanto si la hace la Justicia, la política o la opinión pública.
¿La Corte podría frenar la reforma de la Justicia?
Hay que ver si tiene aspectos inconstitucionales, aún no conocemos qué va a pasar en Diputados.