Alentado por Jaime Durán Barba, Mauricio Macri apuesta a su candidatura presidencial para 2011. En los próximos días recorrerá varias provincias. Y el sábado pasado se lanzó ?aunque sin postularse abiertamente- frente a 8 mil jóvenes que lo vivaron en Luján. Macri se imagina definiendo un ballottage contra Julio Cobos, con Néstor Kirchner finalizando tercero. Pero en las próximas elecciones, en la que se elegirán no sólo Presidente y Vice, sino también gobernadores e intendentes, los aparatos jugarán un rol preponderante. Y en este contexto, es casi imposible que Macri pueda imponerse si no cuenta con el apoyo de la estructura partidaria del peronismo.
El PJ deberá definir -ordenadamente o a los golpes- su futuro y su candidato. El contexto actual no favorece a
Kirchner, sobre todo en un partido que canibaliza a quienes ven menguar su poder. Habrá que ver si el santacruceño puede revertir la tendencia ante gobernadores que por lo bajo empiezan a mostrarse díscolos. El peronismo, por otro lado, produce sus candidatos. Y sólo iría a buscar uno en otra parte si ésa es la única opción de ganar. En los últimos tiempos las miradas de los medios empezaron a posarse sobre Eduardo Duhalde. Las encuestas no lo favorecen. Un eventual caos, sí. El bonaerense está intentando posicionarse nuevamente como el restaurador del orden público. Recientemente brindó un reportaje en el que se mostró conciliador, por encima de todo. Pero su imagen negativa dificulta su llegada al poder. Quizás opte por actuar entre las sombras y algunos hasta especulan con un pacto con Kirchner que le garantice a este último un futuro sin sobresaltos. Se recuerda: Kirchner nunca lo embistió desde el poder como sí lo hizo con otros dirigentes. Si Duhalde termina manejando los hilos, Macri dependerá de un acuerdo con el bonaerense para intentar alcanzar la Presidencia. Pero el peor escollo en la carrera del Jefe de Gobierno hacia el sillón de Rivadavia se llama Carlos Reutemann. Si Kirchner pierde la pulseada partidaria, las chances de que el PJ termine ungiendo al ex piloto como candidato son altas, como también que éste acepte serlo, a pesar de lo que hoy diga, ya que sería otro escenario. Una candidatura de Reutemann avalada por el PJ y los gobernadores peronistas, y sustentada en un discurso federal, clausuraría definitivamente el sueño presidencial de Macri 2011. Por eso el Jefe de Gobierno necesita que Kirchner llegue a las próximas elecciones devaluado, pero no destruido. Sin embargo, parece que todavía ni él ni sus representantes en el Congreso tomaron nota de la situación.
INGENIERO A BOXES
Si las circunstancias llevan a Macri a bajarse, lo lógico sería que intente repetir su triunfo en la Ciudad de Buenos Aires. Lo cual no es una mala opción, teniendo en cuenta que la fragmentación de la oposición hoy lo acerca al triunfo, y que ni Reutemann ni Cobos -las dos figuras que hoy cuentan con más posibilidades de ganar en las presidenciales- tendrían demasiadas posibilidades de repetir su mandato. Reutemann, por la edad (en 2015 tendría 73 años) y Cobos porque la Constitución se lo impide, ya que el período como vicepresidente se suma al de una hipotética primera magistratura. Un triunfo de cualquiera de los dos abrirá en el país una época de transición en la que se definirán los nuevos liderazgos políticos. Si Macri fuera reelegido en Capital, podría llegar a 2015 con el handicap de haber estado ocho años al frente del segundo distrito más importante de Argentina. Claro que esa situación perjudicaría seriamente las aspiraciones porteñas de Gabriela Michetti, ya que además perder su posibilidad de conducir la Ciudad, no la favorecería tampoco presentarse para vicejefa, porque ?sumada a la debilidad pública que le otorgaría reincidir en un cargo al que renunció? una interpretación constitucional podría impedirle competir por la Jefatura de Gobierno en el período siguiente.