Revisionismo con altura

Revisionismo con altura

Dramaturgia y dirección: Susana Torres Molina. Con Fiorella Cominetti, Pablo Di Croce, Emiliano Diaz, Silvia Dietrich, Verónica Hassan, Marcos Perearnau y Santiago Schefer. Luces: Santiago Botet. Realización escenográfica: Eduardo Manfredi. Asistencia de dirección: Diego Frontera.
Teatro Bauen Hotel. Av. Callao 360. Lunes, a las 20.30.


Un escenario partido en tres situaciones. Dos de ellas evocan el pasado, y la tercera, el presente. Se trata del pasado en forma de dos militantes refugiados en un hotel alojamiento y la relación de una prisionera en lo que sería la ESMA, con sus dos carceleros ?uno de los cuales la ama?, mientras que el presente se dibuja como una entrevista de un joven periodista con padre desaparecido a una escritora sobreviviente de aquellos años.

El diseño del espacio está armado de tal manera que las historias se entrelazan, yendo y viniendo a través del tiempo, aunque los personajes no tengan una conexión directa. Así, se pueden apreciar las contradicciones que viven los personajes en relación con la lealtad, el deseo de cambiar el mundo y un mesianismo tan naif como quijotesco (la pareja del telo); las relaciones y el ejercicio de poder con un toque de síndrome de Estocolmo (la prisionera y sus captores) y la acusación/pregunta del por qué algunos sobrevivieron y a cambio de qué (escritora y periodista)
.
La indagación histórica plasma varios matices a discutir con respecto a lo que fue la lucha armada de los 70, que es donde se centra el foco de la puesta; la conciencia que animó a aquellos que tenían ideas revolucionarias y cayeron en pos de un ideal y otros que sobrevivieron a la masacre. Las preguntas que se muestran son duras y necesarias con el replanteo de las situaciones presentadas para que la autocrítica sea el puntapié a un revisionismo que sirva como enseñanza para el futuro.

La construcción de los personajes es exacta a partir de los principios y valores que sostienen. Sin medias tintas, poniendo el ojo donde hay que ubicarlo, la puesta muestra y apela a que su contenido sea completado por el espectador. Con actuaciones de buen nivel y diálogos atrapantes, la obra te tira ?in your face? frases y situaciones que al día de hoy, lamentablemente, siguen vigentes como hace casi 35 años.
Esa extraña forma de pasión pregunta más de lo que responde, como su excelente prosa lo exige, con respeto y seriedad.

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