De confirmarse que efectivamente Carlos Menem firmó su renuncia al "ballotage", Néstor Kirchner ya es el nuevo presidente de los argentinos. Los cambios que se producirán en las distintas áreas de Gobierno de la estructura política de la Nación llegarán junto con los nombramientos, hasta hoy celosamente guardados.
Por efecto dominó, también en la ciudad de Buenos Aires se producirían movimientos o corrimientos a partir de algunos políticos que trasladarán sus oficinas del plano local al nacional. Sin ir más lejos, todo parece indicar que la Legislatura porteña va a ser una de las "vedettes" en el protagonismo político, aunque no la única en el distrito.
El diputado porteño Alberto Fernández se desempeña como jefe de campaña de Néstor Kirchner y es integrante del bloque justicialista de la Legislatura porteña. Según todas las versiones, ninguna desmentida, el legislador, mano derecha del patagónico, ocuparía la estratégica Secretaría General de la Presidencia, permitiendo -en forma involuntaria- el ingreso de la actriz Elena Cruz a la Legislatura porteña, por corrimiento de lista.
Otro diputado de los que se menciona que podría ser funcionario en el gobierno de Kirchner es el ex presidente de bloque justicialista, Guillermo Oliveri, que también había ingresado por la lista en la que revistaba Alberto Fernández.
En las elecciones porteñas del 7 de mayo de 2000, en las que la Alianza del actual jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra se impuso contra el Frente Encuentro por la Ciudad que lideraron, Domingo Cavallo y Gustavo Béliz, la actriz Elena Cruz era la candidata a legisladora número 22 por esa fuerza política. Pero el número de votos que recogió la lista de Cavallo solamente le permitió colocar a 20 legisladores, por lo que Cruz se quedó sin despacho en el Palacio Legislativo de Perú 130.
Elena Cruz, esposa del también actor Fernando Siro, se hizo conocida en el ambiente político por haber formulado declaraciones lamentando la detención y reinvindicando lo actuado por el ex dictador argentino Jorge Videla, primer presidente de facto, el que comenzó el genocidio producido por la última dictadura militar que vivió la Argentina. A partir de allí, las críticas arreciaron pero no lograron que Cruz renunciara a la banca, a pesar del pedido del mismo Cavallo.
En la Legislatura, la titular de la Comisión de Derechos Humanos, Alicia Pierini adelantó a este medio que “está estudiando la viabilidad constitucional” que eventualmente le impida el ingreso al cuerpo de la actriz, habida cuenta de su “desprecio por las instituciones de la democracia”, al tiempo que destacó también que “hay que tener sumo cuidado en no coartar la libertad de expresión de ningún ciudadano”.
En aquella ocasión la ex subsecretaria de Derechos Humanos, había reclamado “una clara señal de que el sistema democrático no puede pernitir que se sienten en estas bancas quienes defienden el genocidio”. El 6 de abril del año 2000 la Legislatura porteña aprobó por unanimidad un proyecto de declaración de “repudio enfático" a la defensa de Elena Cruz del dictador Jorge Rafael Videla. Cuatro días más tarde, la actriz fue expulsada de la lista que integraba, aunque la medida no se hizo efectiva, ya que requería de su renuncia, que nunca se produjo.
