El 22 de febrero de 2012 un tren de la Línea Sarmiento impactó contra el freno hidráulico y el andén de la terminal de Once, provocando la muerte de 52 personas y más de 800 heridos. A cumplirse el segundo aniversario, exactamente a las 8.32, hora en que tuvo lugar el accidente, se hizo sonar la sirena en la estación en memoria de los fallecidos entre las lágrimas y la tristeza de sus familiares.
En el lugar, uno de los oradores fue el padre de Lucas Menghini, Paolo, quien apuntó como causantes de la tragedia “a la corrupción, la falta de respeto a la vida”. “Hace 2 años en este preciso momento nuestras vidas cambiaban para siempre, la vida de este país cambiaba para siempre, porque la corrupción, la falta de respeto a la vida, al ciudadano, la falta de cuidado nos arrancaba a 52 inocentes”, expresó.
Menghini agregó que el 22 de febrero “es un día de luto de un país que vio morir a 52 inocentes producto de la corrupción, víctimas del poder y de esa desidia que mata. Toda esta jornada tendrá el signo de la búsqueda de justicia y de mantener viva la memoria porque es imposible tener justicia sin tener memoria”.
El Padre Diego señaló luego que “estamos todos unidos porque es un momento de intimidad y comunión. Estas palabras son para abrazar y contener, para hacer memoria y unir en el amor”. “Si han generado esta pasión por la justicia es porque debieron ser gente solidaria. El consuelo del amor es más fuerte que la muerte y somos familia, pueblo que compartimos sueños fe y alegría. Cada uno puede decir estoy cuidando a la familia, te llevo dentro más que si me hubieran trasplantado tu corazón”, enfatizó.
Luego del acto en la estación, a las 11 se realizó una misa en la Catedral Metropolitana, presidida por el obispo auxiliar Eduardo García.
Una plaza repleta pidió Justicia
A las 19 comenzó el acto central en Plaza de Mayo con un video emotivo de testimonios de familiares, que emocionó a los presentes incluso hasta las lágrimas.
Nora Cortiñas, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, tomó la palabra y aseguró que “queremos verdad y Justicia para todos los que somos víctimas”, y contó que ella estuvo por tomar la formación el día de la tragedia, por lo que se siente “una sobreviviente del Sarmiento”.
Luego, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, tomó la palabra y realizó cuestionamientos hacia el oficialismo por las políticas en el sistema ferroviario, y exigió “un poder judicial independiente” en referencia al juicio que comenzará en marzo y que investigará lo ocurrido en la Tragedia.
Por último, los padres de Lucas Menghini, Paolo y María Luján Rey leyeron un documento consensuado entre los familiares de las víctimas y aclararon que el acto realizo “no es contra el Gobierno ni contra nadie”, sino que persigue el objetivo de “exigir Justicia e intentar que nadie vuelva a enfrentar” lo sucedido el 22 de febrero de 2012.
Si bien aclararon no realizar el acto contra el kirchnerismo, de manera elíptica se refirieron al Gobierno Nacional: “¿Cuál es la maravillosa década que quieren construir cuando nos hieren con palabras vacías de respeto?, se preguntaron.
Además, dijeron que la Presidenta Cristina Fernández es la responsable del “abandono”, ya que “nunca instruyó a los ministros a que se ocupen de nosotros; es responsable porque nunca le importamos”; y apuntaron a que “los lazos entre el Gobierno y los procesados permanecieron”. “Para las víctimas, la desidia; y para los responsables, el amiguismo y la complicidad”, agregaron.
“Somos un grupo de gente común exigiendo que los responsables de tanto dolor paguen sus culpas”, finalizaron diciendo, ante una plaza concurrida que fue de los llantos a los aplausos y un unánime pedido de Justicia.