Estudiantes chinos pasaron 200 días consecutivos en un laboratorio cerrado en Pekín simulando el entorno lunar, un nuevo paso en la ambición china de enviar humanos a la luna.
Cuatro estudiantes de la universidad de Beihang en Pekín, especializada en la investigación astronáutica, vivieron en una cabina de 160 m2 llamada Yuegong-1 (“Palacio lunar-1”), indicó la agencia de noticias Xinhua.
Estos voluntarios habitaron en un laboratorio sellado con la finalidad de simular una larga misión en autonomía sin contacto con el exterior. El objetivo era probar la capacidad del cuerpo a vivir en un espacio confinado.
La experiencia “sometió al organismo y la capacidad mental de los voluntarios a una ruda prueba, sin embargo superaron el reto”, declaró a Xinhua Liu Hong, el creador de la cabina.
Los desechos humanos se trataron a través de la biofermentación, asimismo plantas y verduras experimentales fueron cultivadas gracias a productos derivados de desechos alimenticios y domésticos.
Dos hombres y dos mujeres habitaron el laboratorio en un primer momento para realizar una estadía de 60 días. Después fueron remplazados por otro grupo de personas que permanecieron 200 días.
El primer grupo volverá a la cabina para un último periodo de 105 días, según Xinhua.
China planea enviar astronautas a la luna al menos dentro de diez años. Sin embargo, esta experiencia de confinamiento tiene como objetivo preparar de una mejor manera las misiones prolongadas al astro lunar.