Por unanimidad, los diputados porteños aprobaron en la sesión legislativa del jueves pasado la realización de un homenaje al sacerdote Pablo Gazzarri, desaparecido durante la última dictadura militar. La iniciativa le pertenece al legislador Luis García Conde, del ARI, quien lo planteó como "una forma de reintegrar a la memoria colectiva la figura de quien dedicó su vida a defender a los más desamparados".
El Padre Gazarri tenía apenas 32 años cuando fue interceptado por personal de la policía en las cercanías de la casa de sus padres, el 27 de noviembre de 1976. Por esa fecha, se cumplían cinco años de su ordenamiento sacerdotal. En la CONADEP figura bajo el número de legajo 5683, informaron en el despacho de García Conde. Por intermedio de diversos testimonios, se pudo constatar que fue brutalmente torturado en la Escuela de Mecánica de la Armada y finalmente "trasladado" en un "vuelo de la muerte", a principios de 1977.
Este jueves la Legislatura porteña también aprobó la colocación de una placa recordatoria en la Plaza Esteban Echeverría del barrio de Villa Urquiza, en cuyas cercanías se ubica la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, templo en el que se desempeñaba Gazarri como sacerdote. La placa será colocada el próximo 27 de noviembre, cuando se cumplan exactamente 26 años de la desaparición del religioso. Llevará la siguiente inscripción: "En memoria de Pablo María Gazzarri, Sacerdote desaparecido. (19/09/1944 – 27/11/1976) Por su obra a favor de los más humildes".
En los textos de la resolución aprobda por los legisladores se deja constancia de que "la colocación de esta placa es un reconocimiento a la labor del sacerdote y un testimonio del valor del ejercicio de la memoria, como manera de iluminar los caminos del presente".
Por su parte, García Conde expresó que "el Padre Pablo atrajo a la juventud a la parroquia y con sus palabras y su testimonio les señaló el camino del compromiso con el prójimo, en especial con los más humildes". El legislador porteño añadió que "como los padres palotinos de la Parroquia San Patricio, Carlos Mugica y Monseñor Angelelli, el padre Gazarri ofrendó su vida para dar testimonio de su fe en Cristo y manifestar una conducta coherente con las enseñanzas del Evangelio".
Vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, Gazzarri demostró siempre un intenso compromiso evangélico con los humildes. Desempeñaba su labor en los barrios más carenciados de la Ciudad y coordinaba grupos de jóvenes que ayudaban a los más pobres. El sacerdote también se vinculó con la Comunidad de los Hermanos del Evangelio Charles de Foucoult, adonde pensaba incorporarse para continuar su tarea pastoral. Pero la metodología usada por los dictadores se encargó de que eso no sucediera nunca.
"Eran tiempos difíciles en la Argentina y el trabajo a favor de los humildes atentaba contra el modelo que el gobierno militar pretendía imponer. La Comunidad de los Hermanos del Evangelio en la Argentina fue perseguida hasta su disolución en el país", destacó García Conde.
