La Provincia hizo temblar la Jefatura de Cafiero

La Provincia hizo temblar la Jefatura de Cafiero

Opinión.


El Frente de Todos es un mundo. Y en ese universo conviven diferentes tribus que se van amoldando a cada una de las situaciones que va atravesando el país, cualquiera sea el que las provoque. Algunas acciones son improvisaciones que pueden salir bien o mal, otras son parte de un plan más estructurado y, más allá de eso, también tienen final incierto y otras son las decisiones de los que mandan en la coalición gobernante y esas sí son las que tienen prácticamente garantizado el éxito en su ejecución.

Uno de los temas en los que ya hay acuerdo tiene que ver con los cambios en el gabinete una vez que las elecciones de noviembre se hayan realizado. El perfil del mismo tendrá que ver con la correlación interna de fuerzas que tengan cada una de las cuatro patas en la que se cimenta el poder por estos días. Eso que muchos llaman el “cuadrado mágico”, que integran el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, su vice Cristina Fernández, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa y el jefe de bloque del FdT en esa casa, Máximo Kirchner.

Y uno de los puestos más codiciados en ese acuerdo nunca escrito tiene que ver con el reemplazo del jefe de Gabinete de ministros, Santiago Cafiero, que ha penado en este año y medio en la gestión por culpas propias y ajenas. El gobierno es lento, se lo ve con falta de ritmo en algunas decisiones claves y encima la velocidad de las políticas está ralentizada por la pandemia que llevamos todos (funcionarios incluidos) dentro de nuestra mente y de nuestro cuerpo. El tema ha generado mucho debate puertas adentro del Instituto Patria, donde comanda la tropa propia la ex presidenta CFK y de tanto darle vuelta al asunto ha surgido el nombre que le daría para ellos el “signo del cambio de los tiempos”: Aníbal Fernández, el tercero con el mismo apellido en el poder de Todos. Por supuesto que la densidad política del nombrado prácticamente lo inhabilita para ocupar ese cargo ya que –más allá de la amistad que lo une con el Presidente- un perfil tan alineado al gusto de Cristina conllevaría otros problemas al Presidente, que lo quitarían de la carrera.

La cuestión es que de tanto pensar en el camino correcto, el primogénito de dos ex presidentes, Máximo, llegó a la conclusión de que una de las maneras de premiar la lealtad (a Alberto) y darle continuidad a su vertiginosa carrera, sería para Cafiero un triunfo político si encabezara y ganara con la boleta de FdT la Provincia de Buenos Aires, la denominada “madre de todas las batallas”.

La jugada política que por ahora anida sólo en la mente de los popes de la Cámpora y la mayoría de los que hacen la tertulia en el Patria, tiene algunos inconvenientes a priori. Lo principal es el tiempo, ya que la movida debería ser inmediata, debido a que las listas para las PASO cierran el 24 de julio, o sea que no hay espacio prácticamente para nada.

La segunda es que la explicación de su salida y el consenso que se pueda alcanzar con respecto a su reemplazo es harto difícil, dando por hecho que el propio Presidente no sacrificaría su reina, quedando expuesto ante sus adversarios en pleno proceso electoral. Suena muy difícil de realizar, casi imposible, más allá de las ganas y el poder de quienes pergeñaron la jugada.

Santiago, “el nietito” como lo apodan algunos dirigentes, ha sabido acercarse a La Cámpora en este lapso, sabiendo que por allí vendría la bala que en algún momento se le incrustaría en la piel. Pero, lamentablemente para él, nada cambió sustancialmente con esa conducta y los K lo siguen teniendo entre ceja y ceja. No es conocida la postura de Massa, que supo ocupar ese lugar en el gobierno de Cristina y que ha mantenida una larga charla con la expresidenta acerca de los recambios y la oxigenación que necesita el Gobierno.

Uno de los temas en los que ya hay acuerdo tiene que ver con los cambios en el gabinete una vez que las elecciones de noviembre se hayan realizado. El perfil del mismo tendrá que ver con la correlación interna de fuerzas que tengan cada una de las cuatro patas en la que se cimenta el poder por estos días. Eso que muchos llaman el “cuadrado mágico”, que integran el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, su vice Cristina Fernández, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa y el jefe de bloque del FdT en esa casa, Máximo Kirchner.

Es sabido que Máximo será quien maneje la lapicera en el cierre de candidatos de la Provincia de Buenos Aires (y en algunos otros distritos tendrá peso también) pero para mantener los diez puntos de ventaja que la marca Todos tiene sobre Juntos por el Cambio en ese distrito no se pueden cometer errores fatales desde acá a fines de noviembre. Y la unidad es uno de las prioridades que el cuadrado mágico definió para estos comicios, una vez que midieron que cada vez que aparecen los líderes juntos, la marca Todos levanta por lo menos tres puntos. Y se juraron mantenerla como condición sine qua non para la campaña.

Santiago Cafiero sí podría ser el candidato, porque hay algunos dirigentes que así lo desean y tienen poder sobre todo para luego sentar a otro en el sillón que este dejaría vacante. Pero convengamos que Cafiero tampoco es un hombre de mucha experiencia en este tipo de combates en el cual el Gobierno y la oposición se juegan, no sólo las realidades parlamentarias del último tramo del gobierno, sino el posicionamiento de cada uno para intentar reelegir o suceder al actual Presidente.

Intentaron ponerlo, sí. Es muy improbable, también.

Entonces allí llega para ocupar el lugar más codiciado el segundo grupo, que en realidad es el primero y que por una cuestión de consenso y también de aptitud personal y mediática, viene siendo -hasta hoy- el terreno en el que se mueve Victoria Tolosa Paz, la vice ministra de Desarrollo Social y concejala de La Plata. La blonda dirigente compite en preferencias con Luana Volnovich, titular de PAMI, Malena Galmarini (de AYSA) y Fernanda Raverta (de ANSES), todas mujeres encumbradas en el poder, de distintas extracciones y afirmadas para estar ahí en la decisión que la lista sea encabezada por una persona del sexo femenino. Aunque no todas tienen el mismo entusiasmo por el lugar ya que las dirigentes de la Cámpora (Volnovich y Raverta) afirmaron públicamente que desean permanecer en sus cargos.

Ya falta poco para que se devele la incógnita por esa candidatura y la verdad es que la campana esta vez le jugó a favor al “nietito” Cafiero, cuando ya maduraba el nocaut.

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