Con un operativo policial que restringe el ingreso a la Legislatura como telón de fondo, los diputados porteños debatirán este jueves, a partir de las 16:30, el convenio que firmaron el presidente Néstor Kirchner y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, para traspasar el predio de la ESMA a la órbita porteña y construir allí el Museo de la Memoria.
El despacho de mayoría de las Comisiones de Derechos Humanos y Relaciones Interjurisdiccionales, avalado por el kirchnerismo, el ibarrismo y la izquierda, contempla la ratificación del acuerdo.
El dictamen cuenta con tres observaciones del macrismo: una de Ricardo Busacca, que pide el archivo del expediente; otra de Martín Borrelli, que plantea la vuelta del proyecto comisión para su estudio y la incorporación en el debate de las comisiones de Presupuesto y Planeamiento Urbano, y la última de Gabriela Michetti y Marcelo Godoy, que concluye proponiendo un proyecto redactado por Rodrigo Herrera Bravo, que contempla el mantenimiento en el predio de espacios destinados a la cultura y la educación.
La intención de los macristas es dejar sentada su oposición a la mudanza de los institutos educativos que funcionan en la ESMA. Argumentan que su traslado le costaría al Estado cien millones de pesos, además del perjuicio que le ocasionaría a los alumnos que asisten a esas instituciones, la mayoría pertenecientes a la Armada. Por ese motivo, presentaron varios proyectos alternativos para proponer que el Museo de la Memoria se levante en una parte del terreno y que en el resto continúen funcionando los institutos.
El oficialismo y la izquierda, en cambio, quieren que la totalidad del predio de la ESMA sea destinado al Museo de la Memoria, en consonancia con la postura de las organizaciones de derechos humanos.