A pesar del contundente respaldo que el Gobierno del presidente Javier Milei recibió de los empresarios más poderosos del sector energético en el país, el Círculo Rojo volvió a mostrar que su alineamiento no es gratuito.
En ese marco advirtió que el “enamoramiento del corto plazo” y el cambio de reglas de juego son obstáculos que podrían jugarle una mala pasada a los negocios y a las inversiones. No evitar las actualizaciones tarifarias responde al primero; la Ley Ómnibus y el eventual bono para el pago de deuda de Cammesa con las empresas, están al frente de las preocupaciones de la segunda objeción.
El cónclave, en donde el establishment energético se reunió en pleno para general de la CGT, se realizó en el porteño Alvear Palace Hotel y fue organizado por LIDE, bajo el nombre de VI Foro Nacional de Energía, Libertad & Seguridad Energética. Por allí estuvieron dueños y representantes de las empresas más poderosas que funcionan en la Argentina, como el dueño de Pan American Energy (PAE), Alejandro Bulgheroni; el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín; el presidente de Tenaris para el Cono Sur, Alejandro Martínez Álvarez, y el CEO de Tecpetrol, Ricardo Markus (ambos del Grupo Techint); y el CEO de AES Argentina, Martín Genesio; entre otros.
El cierre quedó en manos de los representantes de LIDE, debido a los faltazos de la canciller, Diana Mondino; y del secretario de Energía de la Nación, Eduardo Rodríguez Chirillo. La jefa de la diplomacia argentina había adelantado su ausencia, con un contacto personal con el presidente de la entidad, Rodolfo de Felipe. Pero el funcionario, que depende del ministro de Economía, Luis Caputo, “dejó de atender los llamados y mensajes telefónicos” que le hicieron en el último tramo del encuentro. Le especulación era un atraso en su intervención en el Senado de la Nación, en el marco del debate parlamentario de la Ley Ómnibus. Llamó la atención el plantazo, sin aviso previo.
La discordia por la la Resolución 58
“Todo el mundo sabe que en esta semana que pasó, tuvimos una resolución mediante la cual se decidió no respetar ciertos contratos y hacer un pago desde la mesa a las generadoras eléctricas, tomando una quita, digamos, en ese pago. Eso es una señal muy mala y yo te lo puedo decir desde un lugar, que es este. Somos una de las pocas compañías multinacionales grandes del sector. Y para dar un ejemplo puntual, yo recibí llamados del Fondo Monetario, Departamento de Estados Unidos, Departamento de Energía de los Estados Unidos y de la Embajada. Y la pregunta era sólo una: ¿Qué pasó?, ¿Por qué el Gobierno hizo esto?. Pongo el ejemplo este concreto para que nos demos cuenta que, cuando un contrato no se respeta, el impacto es gigantesco”, alertó Genesio.
El CEO de AES fue uno de los pocos oradores que dejaron entrever críticas, en medio de elogios a la política de apertura de mercados y actualización de precios. Como estaba previsto, el sector es terreno fértil para el Gobierno, aunque las dudas sobre la continuidad de los aumentos en los servicios públicos para evitar un fogonazo inflacionario pusieron en alerta al círculo rojo energético: “Es relevantísimo (sic) que se creen regulaciones que sean adaptadas al presente, pero estables en el largo plazo; y que se respeten los contratos”.
Días atrás, el ministro Caputo decidió un cronograma de pagos de la deuda que mantiene la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) con las generadoras de energía del país, que suma alrededor de $600.000 millones, que contempla el diferimiento de los compromisos acumulados entre diciembre y enero con un bono en dólares que vence en 2038, el cual cotiza con una paridad del 50%. Las Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina (AGEERA) rechazó la jugada del jefe del Palacio de Hacienda y este malestar atravesó todo el arco de empresarios reunidos el día del paro de la CGT.
Cambios en las reglas de juego e inversiones
El mandamás de PAE, Alejandro Bulgheroni, fue contundente: “Milei va por buen camino, esta nueva Argentina es una tierra de oportunidades”. También se refirió a la transición energética y a los desafíos críticos para llevarla adelante, como la disponibilidad de materias primas esenciales. “No hay aún capacidad de reemplazar las energías fósiles en el corto o mediano plazo”, sostuvo. Destacó el aumento de la demanda global de gas licuado prevista para los próximos años y la posibilidad que ello abre para el país, enfatizando la importancia de “estabilidad, reglas claras y una macroeconomía estable. Esto no es posible si el Congreso no sanciona las leyes que dan previsibilidad a largo plazo”, dijo, en alusión al RIGI.
El foro coincidió con un momento especial para la industria, mientras el Congreso define la aprobación de la Ley Ómnibus que contempla el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), considera “clave” para el desarrollo del sector. Marín, presidente de YPF, advirtió el rol decisivo que tiene la aprobación de dicho régimen para el desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) en Vaca Muerta y que Argentina se convierta en el cuarto o quinto jugador a nivel mundial. “Sin el RIGI, no hay proyecto de gas natural licuado. Sin RIGI no es competitivo”, enfatizó Marín, tras detallar el Plan 4 x 4 (a 4 años) que impulsa la petrolera estatal.
Markous, de Tecpetrol, resaltó la proyección de duplicar para 2030 tanto la producción de petróleo como de shale gas de Vaca Muerta: “Tenemos la tecnología, la geología y el talento para lograrlo. Argentina puede llegar a los 2.000 millones de barriles por día en Vaca Muerta; tiene la capacidad de poder abastecer internamente y exportar a los países vecinos”, expresó.
Su coequiper del Gurpo Techint, Martínez Álvarez, se explayó sobre las positivas perspectivas globales para el mercado del petróleo y gas y la oportunidad para Argentina. “Argentina tiene la oportunidad de ser un jugador fuerte como exportador de energía. Prueba de ello es que el sector energético explica más de la mitad del superávit financiero del primer trimestre, de $275millones”.