Cuatro casos de desnutrición grave fueron denunciados por vecinos de la Villa 1-11-14, ubicada frente a la cancha de San Lorenzo. Afirman que se trata de personas que asistían al comedor Rayito de Luna, que acaba de ser cerrado por el Gobierno de la Ciudad. Una de ellas sería una chica de 15 años, llamada Milagros Ayelén de la Vega, que pesaría apenas 20 kilos.
Quienes cargan sus tintas contra el Gobierno porteño, indican que, desde el 22 de enero, el Departamento de Logística del Ejecutivo decidió suspender las partidas de mercadería -la causa esgrimida por el Gobierno fueron presuntos malos tratos sufridos por el chofer- y que el comedor realizó varios reclamos ante la Dirección de Programas Alimentarios para obtener más raciones de comida, que, según afirman, no obtuvieron respuesta alguna. La situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que al comedor asistían discapacitados, personas con tratamientos oncológicos y madres embarazadas.
Jorge Araujo, funcionario vinculado al área de programas alimentarios, explicó a NOTICIAS URBANAS que la decisión de cerrar el establecimiento se debió a que éste no pasaba los mínimos estándares de higiene, organización y calidad nutricional. "Al frente estaba una persona discapacitada que no se podía hacer cargo de la situación, por lo que el comedor era manejado por su hermana y otras personas que nunca se ponían de acuerdo en cómo organizarlo. Se peleaban constantemente entre ellos, algunos se iban y había que empezar otra vez de cero. Esta señora -sostuvo el funcionario- se peleó varias veces con los proveedores e incluso hubo denuncias de los vecinos de que no les servían ni carne ni pollo, sino solamente guisos". Según Araujo, los asistentes sociales del Gobierno comprobaron "graves falencias en la higiene y la calidad de la comida que se servía, por lo que se tomó la decisión de suspender el comedor, pero sus asistentes -63 personas- fueron inmediatamente derivados, este lunes, a otros dos establecimientos que están a un par de cuadras de distancia: el Gauchito Gil y Mami".
Con respecto a los casos de desnutrición denunciados, el funcionario afirmó que no figuran en los registros que el Gobierno maneja sobre las personas que asistían a ese comedor, pero que este miércoles pedirá mayor información a los Centros de Salud Comunitarios (CeSaC) de la zona.
Actualmente, a las familias con problemas de alimentación el Gobierno porteño les entrega una caja con alimentos básicos, más tres kilos de frutas y seis de verduras. Las familias reciben entre dos y tres cajas una vez por mes, según su composición. "Es sólo un complemento a la labor que desempeñan los comedores -reconoció Araujo-. Si se detecta casos de bajo peso, se duplica la cantidad de cajas para quienes sufren este problema y lo mismo se hace con las raciones que reciben en los comedores".
