“Las letras son un cachetazo para mí”

“Las letras son un cachetazo para mí”

El armoniquista Fabricio Rodríguez, que acompañó en escena a varios artistas reconocidos, lanza su primer disco solista, con Javier Calamaro, Abel Pintos, Andrés Jiménez y Alejandro Lerner, nada menos, entre los invitados.


Al momento de preproducir un nuevo disco con su banda, Mr. Mojo, Fabricio Rodríguez recibió la propuesta por parte de sus compañeros de enfocarse en su carrera solista. Así, el cantautor empezó a delinear los temas de lo que sería su primer disco con nombre propio y que vio la luz hace pocas semanas. Se llama El mundo de los silencios.

Aunque sus viejos compañeros integran la banda que lo acompaña, Fabricio Rodríguez comenzó a forjar una carrera propia, apoyado en el reconocimiento que le da participar junto a otros artistas de renombre, como Abel Pintos, Alejandro Lerner, León Gieco, Javier Calamaro y otros.

?Si bien es tu primer disco solista, te presentás como Fabricio Rodríguez & Mr. Mojo, ¿por qué esa decisión?
?Hay muchas bandas que deciden separarse y los cantantes arrancan su carrera solista, como Los Piojos o Bersuit, corriendo el riesgo de que el éxito no sea el mismo. A mí, fue la banda la que me propuso arrancar la carrera solista y estuvo bueno, porque siguen tocando conmigo, haciéndome el aguante. Yo estoy impulsado por ellos, no fue algo personal.

?Si bien sos más reconocido como armoniquista, para la tapa del disco te colgaste una guitarra, ¿por qué?
?Porque es el instrumento que me ayuda a componer y el que más me gusta. Aunque no es el que mejor toco. Igual, sentí que tenía que mostrar la faceta de cantautor, por eso la guitarra y no la armónica en la tapa.

?Sin embargo, el disco tiene varios momentos de armónica.
?Sí, pero quizás a mitad de una canción o en un solo. Traté de darle un espacio para que no canse. Me pasa como armoniquista que escucho discos y la armónica me termina saturando, siempre el mismo timbre, constantemente. Traté de imitar al gran Stevie Wonder. De diez temas de él, cuatro o cinco tienen armónica, y aparece donde tiene que ir y punto. La usé solo cuando fue necesario.

?¿Y en la parte lírica encontrás temas recurrentes?
?Soy muy recurrente en las letras, pero cada tema tiene un contenido diferente a otra. Los que hacemos canciones pecamos de eso, de usar muletillas o palabras que se repiten en distintas canciones, esa es una autocrítica buena, para poder crecer. Igual cada letra tiene un contenido personal, y hay cosas recurrentes, que se relacionan entre sí. En el disco Algo sagrado todas las letras estaban enfocadas a lo mismo: a no dejar pasar por alto los sueños de cuando éramos niños, aunque la vida te lleve por otro camino. Allí las letras redondeaban esa idea. En este disco, cada letra está escrita para mí, para tener un cachetazo a mí mismo.

?¿Cómo llegan los invitados?
?Tengo suerte de compartir escenario con muchos. Con Lerner toqué un año seguido en su banda. Y en una de las canciones escuchaba su voz, por lo que le propuse que la cantara y accedió. Con Abel Pintos, participé en su último disco y tengo una amistad con él, al igual que con Javier Calamaro, y está bueno en este momento, que me lanzo solo, poder invitarlos. A León Gieco no daba volver a invitarlo porque ya grabé otras veces con él, pero tengo una buena relación.

?Invitar a músicos conocidos sirve como respaldo a la hora de darte a conocer, ¿no?
?Si lo hubiese buscado como estrategia para que se me abran más puertas, lo hubiese puesto en la tapa, y no está. Me ha pasado que voy a lugares a llevar el disco y me dicen: ?¿Qué temas cantás solo??. No lo hice especulando, sino porque sentía que del mismo modo que ellos me invitan, yo debía hacer una devolución. Además, consideré que les daban un plus a los temas, como Andrés Jiménez, que canta una balada y, por el peso de su voz, aporta muchísimo.

?En una época donde la tendencia parece ser la de discos cortos, lanzás un CD con 14 temas y algunos de hasta cinco minutos. Evidentemente, no lo pensaste desde el lado marketinero.
?Lo que pasa es que si uno hace música pensando en el marketing se pierde la esencia de por qué lo hace. No puedo quitarle una estrofa a un tema porque pierde la esencia. En las radios me dicen: ?Hay temas que son largos?, pero no pienso en eso al momento de componer.

?Es lo que marca la lógica, aunque no siempre sucede.
?Pensá que ?Bohemian Rhapsody?, por ejemplo, es un temazo y es larguísimo. Cuando uno lo hace no piensa en su duración. Lo piensa cuando masterizó, grabó y después le dicen ?es largo?. Y si no, dedicate a hacer jingles para la radio.

?¿Quedó algo en el tintero que no pudiste plasmar en el disco?
?Sigo analizando las letras, y como ya trabajo en el disco que me gustaría grabar el año que viene, trato de escucharlo para no repetirme. Me quedé con las ganas de que haya un coro gospel; lo hice en vivo y me gustó mucho. El resto, hice todo, incluso me decían que con doce temas estaba bien, pero como no tengo una compañía que me diga qué hacer, me di los gustos y lo llevé a catorce.

?¿Trabajando con una compañía es imposible darse los gustos?
?No me desvelan sus criterios. No sé hasta qué punto, hoy por hoy, son los adecuados; aunque si tuviese una discográfica atrás que me bancara el disco, le llevaría el apunte. Es la regla.

Fabricio Rodríguez. La Trastienda. Balcarce 460. Jueves 27 de octubre, desde las 21.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...