Por tercer año consecutivo la Ciudad de Buenos Aires encara el Presupuesto Participativo (PP), pero en esta ocasión los vecinos tuvieron, en esta forma de democracia directa, el poder de decisión sobre un millón de pesos por Centro de Gestión y Participación (CGP). Algunas de las decisiones que surgieron son la ampliación de subsidios para microemprendedores y comedores nocturnos, la creación de una casa de cultura y deportes en el barrio de Mataderos, zona del CGP 9, y la construcción de una escuela media en la zona de Boedo, del CGP 5.
El programa se implementa a través de la Secretaria de Descentralización y Participación Ciudadana del Gobierno de la Ciudad, cuyo titular, Héctor Capaccioli, señaló que "estas herramientas de democracia participativa son la mejor manera de ir inculcando la descentralización en los vecinos y en las distintas áreas de gobierno". "Es una herramienta que año tras año hay que ir perfeccionando y por ello introducimos, conjuntamente con los consejeros, algunas modificaciones", agregó el funcionario.
Sin embargo, en la batalla por el primer millón surgieron algunos problemas. El vecino de Caballito Rodolfo Diringuer manifestó que el director del CGP 6, Guillermo Agresta, lo agredió; y asociaciones vecinales de Palermo Viejo denunciaron que hubo irregularidades en la elección del consejero barrial.
Ésta última historia comenzó el 4 de agosto cuando, entre otros vecinos, Enrique Maldonado, de la Asociación Civil Palermo Activo y militante del ARI, acusó a los funcionarios del CGP 14 Este de inscribir en el padrón durante la votación, e incluso luego, a personas que viven en la ex Autopista 3, cuando no son de la zona y el reglamento establece que el plazo para anotarse vence una hora antes del comicio.
Al día siguiente, las asociaciones del barrio le enviaron una carta documento a la Secretaría de Descentralización, que postergó las elecciones hasta el viernes 20. Pero ese día, muchos de los vecinos que participaron de las comisiones no fueron a votar y con sólo 50 votos, la mitad de los que lo habían participado la primera vez, se nombraron a los nuevos consejeros. Fue así que con 26 adhesiones se consagró como titular un transversal y como adjunto un militante de una asociación civil que comandaría Maximiliano Corach, hijo menor del ex ministro del Interior de Carlos Menem.
Las urnas del primer comicio están guardadas en la Secretaría de Descentralización sin abrir. En tanto, las asociaciones vecinales informaron que el consejero barrial electo en la segunda elección repite mandato y destacaron que sacó un solo voto en la comisión de Obras Públicas, de la que participaba.
"Para nosotros no era estratégico el consejero sino las prioridades, pero esto provoca que muchas asociaciones no queramos participar más, como ya no lo hicimos en la segunda votación para no legitimar estos manejos punteriles", afirmó Maldonado, quien aseguró que recurrirán a la justicia. Desde la Secretaría de Descentralización manifestaron que la voluntad política es que todo el proceso se lleve a cabo con transparencia y que en los casos en que hubo dudas se trató de que se hagan nuevos comicios o que los directores de los CGP’s intermedien con los vecinos.