Se crió políticamente en la Franja Morada ?presidió el Centro de Estudiantes en el colegio Mariano Moreno a fines de los ochenta? y, más tarde, dirigió la Juventud Radical a nivel nacional en el peor momento de su partido: 2002, poco después del quiebre de la Alianza y la traumática partida de Fernando de la Rúa. ?El radicalismo me dio las principales alegrías, pero también las mayores tristezas?, dirá el legislador porteño Alejandro Rabinovich, quien después de abandonar la UCR y el ARI jugó con Jorge Telerman ?aún hoy lo sigue apoyando, según dice?. Actualmente conforma un bloque político de dos integrantes, Autonomía con Igualdad, junto a Fernando Cantero.
A nivel nacional, Rabinovich se alinea con el vicepresidente Julio Cobos, aunque en realidad es su socio político, Cantero, quien viene manteniendo reuniones con el cobismo porteño (entre ellas, con el senador Samuel Cabanchik, quien abandonó la Coalición denunciando, entre otras cosas, que allí no había lugar para los hombres).
A Rabinovich, a diferencia de su ex jefa política, Elisa Carrió, no le hace demasiado ruido que Cobos haya llegado al poder en una alianza con el oficialismo y que actualmente se haya convertido en opositor.
?A ver, es raro que un vice sea opositor, es cierto, pero hay que poner su situación en contexto: toda la Argentina política es rara. Si lleváramos el ?caso Cobos? a Suecia, seguramente les resultaría extraño a los suecos. Pero si junto con su caso también explicamos que el esposo de la Presidenta presidía el PJ y que parte de su mismo partido le jugó en contra, o que la principal opositora (Elisa Carrió) no encabezó su propia lista sino que fue tercera, o que se la pasa destruyendo los partidos que crea, bueno, nos damos cuenta de que Cobos no es la rareza, sino todo el país?.
Alejandro Rabinovich es abogado, tiene 37 años, está casado y es papá de tres hijos: dos varones y una nena. A su mujer ?abogada como él? la conoció en su época de militante universitario.
A pesar de haber hecho varios pasajes políticos ?algo común en la fragmentada política porteña?, reivindica la necesidad de reconstruir los partidos.
En diciembre se le termina el mandato.
?¿Va a volver a la UCR, ahora que parece resucitar junto con el liderazgo de Cobos?
?Y? no sería raro ni descabellado que vuelva. En realidad siempre seguí sosteniendo los valores de la UCR. Mi formación política se la debo a Franja Morada, en donde milité desde los 15 años. Teníamos una escuelita de capacitación a la que íbamos todos los días a aprender economía, relaciones internacionales, política. La UCR me dio las principales alegrías y las mayores penas de mi vida. Por ejemplo, cuando fue lo de la Alianza, yo de verdad me creí que venía la socialdemocracia y nosotros podíamos ser un nuevo paradigma en la Argentina.
?Pero cuando se fue de su partido no decía todo eso: sostenía que la UCR ya no lo contenía.
?Es que era así, ya no sentía que me contuviera y por eso me fui al ARI.
?Pero tampoco lo contuvo ¿Tan difícil es usted de contener?
?Con Carrió hemos tenido diferencias en la construcción política. Pero ahora Carrió dice que armará un nuevo partido, con posibilidad de hacer líneas internas, y todas las herramientas necesarias para desarrollar un partido en serio. Parece haber recogido el guante de esas críticas. La verdad es que no voy a comentar eso. Jamás volvería a la Coalición Cívica. Lo que digo es que, si no hay una ideología clara detrás, se cae inevitablemente en el personalismo. Sin embargo, y a pesar de nuestras diferencias, Lilita es una de las personas más lúcidas de la política. Y esto no es para poner de título.
?¿Y dónde le parece que tendríamos que ponerlo? ¿Por el medio le gusta?
?(Se ríe) No me da para título.
?¿Terminó mal con Carrió?
?Para nada, y no me gustaría hacer toda la nota sobre mí hablando de Carrió. Nunca hemos tenido una discusión, jamás. Nuestras diferencias no tuvieron gravedad, y de verdad digo que hacen falta figuras como Carrió en el Parlamento, porque producen lucidez. Jamás hablaría mal de Lilita en público.
?¿Por qué, en privado sí habla mal de ella?
?En privado podría hablar mal de cualquiera, pero eso no generaría ningún daño. Igual, no lo hago.
?Usted afirma que es necesario fortalecer los partidos pero eso, a veces, implica tragarse sapos. A Al Gore, cuando perdió las elecciones fraudulentamente, no se le ocurrió romper con los demócratas y armar otro partido. Usted, en cambio, está en un bloque aparte.
?Sí, pero no es contradictorio. Yo estaba en un bloque apoyando a Telerman. No me fui.
?¿Y con Telerman qué pasó? Un día era Gardel y al otro ya no lo era más. ¿No es una lógica política un poco perversa desechar a un candidato, cualquiera que fuera, porque perdió una elección?
?Estoy de acuerdo, y no fui yo quien se corrió. Éramos un interbloque de 16 y la mayoría se fue yendo, después de que Jorge perdió. Creo que tenía una visión política de la Ciudad que Macri no tiene. Y es más, hay muchos programas que Macri ha tomado de la gestión de Telerman, como el de Ciudadanía Porteña.
?¿A qué se refiere con visión política, esa que, según usted, Macri no tiene?
?A que Macri sostenía que en la Ciudad no se podían hacer 10 kilómetros de subte porque se gastaba mal. Antes, para él, había un problema de mala asignación de recursos, sin darse cuenta que se trata de un tema estructural, igual que la vivienda u otros temas. Visión política es discutir temas tributarios, del Poder Ejecutivo, la coparticipación. A Macri, hasta ahora, le da sólo para la intendencia, pero no para la gobernación. Porque gobernar la Ciudad no es sólo poner baldosas. Si fuera por eso, Macri se llevaría todos los votos.
?Entonces, ¿su referente nacional va a ser Cobos nomás?
?Sí, me parece prudente, y no está quebrando el orden institucional. En todo caso, él integró una alianza con el kirchnerismo que prometió una etapa de profundización de la institucionalidad y eso no se está haciendo. Cobos, en todo caso, está cumpliendo las promesas de campaña, y los K, no. Ése también es otro modo de verlo.
(NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 209, DEL 08/10/09).
