Un diez por ciento de hogares en Capital Federal se abastece con gas licuado de petróleo (GLP) -combustible que consume la mitad de hogares pobres del país-, pero en el nuevo esquema diseñado para paliar la crisis energética hay un solo punto en la Ciudad en el que se puede adquirir la garrafa social.
A raiz de esta situación, Aníbal Ibarra empezó a negociar con el ministro de Planificación, Julio De Vido, para que aumente las bocas de expendio de la garrafa social en la Ciudad, según anticiparon a NOTICIAS URBANAS voceros del jefe porteño.
Ocurre que, en el actual esquema diseñado por el Gobierno nacional para paliar la crisis energética existen 600 lugares habilitados en todo el país donde se puede comprar la garrafa social, por un valor de 18 pesos. Sin embargo, en Capital hay un solo comercio y queda en Villa Soldati.
Ibarra también anunció esta semana que subsidiará el aumento del gas a los comedores escolares.
En la polémica abierta, también terció el ARI. El jefe del bloque del ARI en la Cámara de Diputados, Eduardo Macaluse, juzgó que, en el actual esquema, quedan excluidos los comercios de nivel minoristas de todo el país. "Se restringe la posibilidad de acceso al beneficio de la mayoría de los usuarios que, habitualmente, adquieren el producto en el almacén, autoservicio, supermercado, ferretería, kiosco, o estación de servicio de su localidad".