“El espacio para la producción se redujo un 60 por ciento”

“El espacio para la producción se redujo un 60 por ciento”

El gremialista denuncia que, pese a ser reconocido en forma mundial por sus puestas propias, el Teatro Colón va camino a tercerizarlas. Remodelación y despidos, así, van de la mano.


La reapertura del Teatro Colón no fue una fiesta para los trabajadores de sus prestigiosos talleres de producción, quienes ven peligrar sus fuentes laborales. Máximo Parpagnoli (52), delegado general adjunto de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y fotógrafo de la institución artística desde hace 26 años, encabeza una lucha que, muchas veces, no es reflejada por los medios, salvo en momentos en que se conocen hechos particularmente aberrantes, imposibles de ocultar. Uno de ellos ocurrió hace un año, cuando se supo que tres artistas ?dos asistentes de régie y una asistente musical en luces? habían sido trasladadas como secretarias al Ministerio de Salud de la Ciudad. Pese al escándalo, la administración porteña continuó la política de traslados y pases a disponibilidad de personal del Teatro y finalmente todo terminó dirimiéndose en el juzgado que conduce Guillermo Scheibler. Pero el conflicto va más allá de lo gremial: detrás se encuentra una disputa de fondo por la concepción del Colón. Según denuncian los trabajadores, el Coliseo corre el riesgo de perder su estatus de teatro productor de puestas reconocidas mundialmente.

?¿En qué estado se encuentra la causa?
?Scheibler, el 20 de abril, nos concedió un amparo y declaró nulas las resoluciones 7 y 1.224. La 7 era la que disolvía once sectores del teatro: dos artísticos (figurantes y maestros líricos), siete escenotécnicos (fotografía; grabación, audio y video; mecánica escénica, diseño de producción, arquitectura teatral, efectos especiales y prevención de incendios), administración y mayordomía. A su vez, la 1.224 era la resolución que transfería personal de esos sectores al Instituto Superior de la Carrera del Gobierno porteño para su reubicación. El juez argumentó, por un lado, que el órgano de aplicación era incorrecto, ya que las resoluciones sólo fueron firmadas por (el director general del Ente Autárquico del Colón, Pedro) García Caffi. Y, si bien el director puede proponer la nueva estructura, no puede sancionarla. Eso tenía que hacerlo el Ente. El segundo argumento que dio Scheibler es que en el directorio del Ente aún no fue integrado un representante de los trabajadores.

?Pero el Gobierno apeló el fallo.
?Sí, y como la apelación tiene efecto suspensivo sobre la sentencia, nosotros, previendo eso, interpusimos el 21 de abril una medida cautelar para protegerla, que nos fue otorgada el 6 de mayo. El Ejecutivo intentó revocarla, pero la Justicia le acaba de rechazar el pedido. Así que tiene que ser cumplida sí o sí. En esta medida, Scheibler dice que, de acuerdo al fallo anterior, quedan suspendidos los efectos de las resoluciones 7 y 1.224, pero también el de otra resolución posterior: la 758, que ponía en disponibilidad a 138 trabajadores. También incluye cualquier otra norma dictada que modifique la situación de revista de personal de la planta permanente. Y dice, además, que el Ente debe reincorporar a los trabajadores al Colón y reasignarle actividades en su lugar de trabajo.

?¿De cuántos trabajadores estamos hablando?
?Los desplazados de sus puestos de trabajo son 278, de los cuales 138 fueron a parar al Registro de Agentes en Disponibilidad (RAD), que es el paso previo al despido. Allí, si no te encuentran destino en seis meses, te echan.

?¿La reestructuración del personal es un correlato de la reestructuración física del Colón?
?Sí, totalmente. Acá lo que se quiere es cambiar el modelo del Teatro: pasar de un modelo de teatro de producción propia a un modelo de producción mínima, casi toda tercerizada. Es un daño muy grande. Tené en cuenta que la producción del Teatro Colón ha tenido durante décadas la mejor reputación en todo el mundo. Es tanto su prestigio, que el Colón ha hecho mucha obra por encargo para otros teatros líricos. Pero, según reconoció García Caffi en la revista Noticias, ahora ?se está tercerizando y se va a seguir tercerizando la actividad?, en aras, argumenta él, de otorgarle mayor fluidez al teatro. ?Esto es la nueva tendencia de los teatros europeos?, dice. ¿Y? Argumentaciones estúpidas como esa, García Caffi tiene para coleccionar.

?Ahora, García Caffi dijo que los talleres de producción que no regresarán al Teatro son aquellos que representen algún peligro para la seguridad del edificio. ¿Ese también es un argumento estúpido?
?Ésa es una cosa que él está comprando de los dichos de Sonia Terreno (una de las históricas referentes del Master Plan), quien mantuvo la teoría de que el taller de mecánica escénica no debía estar dentro del Teatro porque allí se hacen soldaduras. Pero la estructura de ese taller era de metal, vidrio y granito. Es decir, no tenía ningún material inflamable. Y ninguno de los demás talleres maneja combustibles ni ácidos ni químicos. Ni el taller de fotografía, que ahora es digital.

?¿Y con respecto a las telas, el telgopor, las pinturas?
?Lo que hay que hacer es extremar las precauciones para que no ocurra un siniestro, pero los talleres, en sí, no implican suficiente peligro como para tener que ser trasladados. Esta decisión oculta otra cosa: como te dije antes, la decisión de tercerizar la producción. Aunque esto, encima, no represente ningún tipo de ahorro.

?¿Cómo es eso?
?Una producción tercerizada, mandando a hacer escenografías afuera, va a salir indefectiblemente mucho más cara. Además, va a haber que pagar un costo enorme de flete. Por otra parte, cuando sacan a trabajadores del Teatro y los llevan a otro lado, el Gobierno porteño está duplicando el gasto, porque el trabajo que ellos hacían en el Colón, ahora lo tienen que pagar a otros. Sólo que, claro, con ?contratos basura?. Y encima se ocasiona un descalabro administrativo a los lugares donde el personal del Colón cae como peludo de regalo. Imaginate al director de un hospital diciéndole a un asistente de régie: ?¿En qué lo voy a usar? A ver, cántese algo, báilese algo?.

?¿Se pueden externar los talleres propios del teatro, sin subcontratar?
?No conviene. Es de locos creer que con eso se va a fluidificar la producción. La va a encarecer, a entorpecer. Y cuando la cosa empiece a andar medio mal, van a decir: ?Este taller no funciona, tercericemos. ¿Y a quién contratamos? Al amigo del funcionario de turno, que, por ejemplo, tenga un taller de herrería en Munro.

?¿Cuánto espacio se redujo en el Colón para los talleres de producción?
?El 60 por ciento. Gran parte de ese porcentaje se lo llevó la readecuación, entre comillas, del taller de escenografía Saulo Benavente, que era el taller más grande que tenía el Teatro, donde se hacían los famosos telones, panoramas, planos, plantillas. En parte de lo era ese taller ahora hicieron una sala para ensayo para orquesta y cantantes. Pero tiene un gran problema: es sorda. Está acustizada para grabación. La probaron dos cantantes y no se escuchan entre sí a más de un metro.

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