La pelea ya venía de largo, pero se agravó la semana última en Barcelona. Allí, un funcionario que acompañaba a Jorge Telerman, secretario de Cultura porteño, se fue de boca con una declaración en la que cuestionó las exigencias de los trabajadores del Teatro Colón, a los que acusó de ganar sueldos de entre 3.000 y 4.000 pesos mensuales.
Los bailarines, que cayeron bajo la piqueta del funcionario, respondieron diciendo que ningún bailarín gana esa suma. Agregaron que hasta les fue quitada la jubilación anticipada de la que gozaban antiguamente, que les permitía retirarse a los 40 años, con opción a continuar hasta los 45, una edad en la que el retiro de los escenarios se hace apremiante en su actividad. Este régimen jubilatorio fue derogado junto con las jubilaciones de privilegio "cuando Cavallo decidió que no había actividad crítica en Argentina – manifiestó Máximo Parpagnoli, delegado del personal del primer coliseo argentino -. Así los integrantes del ballet, los miembros de la Comisión Nacional de Energía Atómica y los controladores de vuelo comenzaron a jubilarse a los 60 o 65 años".
"En el Colón – agrega Parpagnoli – se cobra hasta los 1.100 pesos en blanco, pero a partir de esa suma se cobra todo en negro. El que más cobra en el Colón es el concertino, que cobra 2.800 pesos. Los únicos que cobran entre 3.000 o 4.000 pesos son los asesores del Secretario de Cultura o del Director del Teatro Colón, que cobra 10.000 pesos, el mismo sueldo que cobra Hughes Gal, director del complejo teatral de la Ópera de París y de la Bastilla".
"De todos modos, nosotros estamos esperando que el secretario y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cumplan con lo que prometieron, que es el llamado a concurso para cubrir los cargos vacantes en las condiciones que se habían pactado" – se exaltó Parpagnoli, que agregó: "el 22 de junio recibimos una comunicación dirigida al Secretario Gremial del Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, en la que Telerman dice que los concursos comenzarán a desarrollarse en la primera semana de julio. La primera semana de julio ya pasó y los concursos aún no empezaron".
"Para colmo de males – finalizó Parpagnoli – Telerman nombró para secundar a Renán, a Pablo Batalla, que es una persona conflictiva. Este señor anda diciendo a quien quiera oírlo que el teatro se va a cerrar en poco tiempo porque no hay plata y que la plata que había, él se la gastó en otra cosa. Es un economista que de teatro no sabe nada".