Hasta ahora correspondía a la Dirección de Sumarios de la Procuración General del Gobierno de la Ciudad la instrucción de los sumarios a los docentes como la de todos los agentes del Gobierno de la Ciudad.
Por este motivo el mecanismo solía tener graves problemas de interpretación que hacían imposible su funcionamiento eficaz y rápido. A ello se le agrega que la actividad docente posee su propio Estatuto, con características propias que lo diferencian de los demás y, más aún, que la Dirección de Sumarios de la Procuración General no poseía, en la etapa de instrucción, peritos expertos en la materia, por lo que dicha Dirección solía concluir sus dictámenes sin propiciar sanciones, aconsejando su archivo.
La ley sancionada este jueves por la Legislatura porteña establece que los sumarios administrativos del personal docente sean sustanciados y resueltos por la Secretaría de Educación a través de la estructura organizativa conformada por un plantel de abogados que ingresen por el sistema de concurso público de oposición y ntecedentes, buscando la celeridad y eficacia necesarias.
Las sanciones a aplicar se graduarán teniendo en cuenta la gravedad de la falta cometida, los antecedentes del culpable y la magnitud del daño producido. Además, el personal no podrá ser sancionado más de una vez por el mismo hecho. Sólo se aplicarán las sanciones cuando previamente se sustancie sumario que asegure al imputado el derecho a la defensa.