La comisión legislativa que investiga la conducta del diputado Abel Alexis Latendorf (Piquete Socialista) decidió no promover su destitución. El cuerpo redactó un borrador -al que tuvo acceso NOTICIAS URBANAS- en el que se proponen dos posibles sanciones: suspenderlo en sus funciones y haberes por un período de tiempo (que todavía no fue determinado) o solamente apercibirlo.
Una tercera opción -que no figura en el documento pero que contaría con el aval de algunos diputados- sería dictarle al legislador socialista una punición intermedia: no suspenderlo totalmente sino negarle su participación en un determinado número de sesiones legislativas (se habló de seis). En este caso Latendorf seguiría cobrando su sueldo de legislador.
Cualquiera sea la resolución que se promueva, ésta deberá ser aprobada por los diputados porteños en el recinto de sesiones.
HECHOS POLÉMICOS
La conducta de Latendorf fue cuestionada institucionalmente por cinco cuestiones puntuales: haber emitido "conceptos injuriosos" contra miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad durante el acto de conmemoración del 70º aniversario del Palacio Legislativo (3 de octubre de 2001), haber pretendido ingresar en una sucursal del Banco Ciudad fuera del horario de atención argumentando tener derecho a hacerlo por ser diputado (1 de noviembre de 2001), haber protagonizado unos supuestos hechos de violencia durante una discusión con una ex asesora en su despacho (9 de noviembre de 2001), dar un discurso de repudio al Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) durante un acto de homenaje a esa institución que se desarrolló en la Legislatura y enfrentarse con la policía durante dos manifestaciones de protesta (la comisión analizó dos videos periodísticos).
De estos hechos, el organismo investigador cuestionó con mayor severidad los incidentes protagonizados por Latendorf durante los actos del 70º aniversario del Palacio Legislativo y de homenaje al ACNUR "dejando aclarado que dicho rechazo no se refiere al contenido de los planteos" sino a "la oportunidad y formas de manifestar sus opiniones políticas" en "actividades que institucionalmente desarrolla la Legislatura".
Un hecho curioso, que agrava el caso ante los ojos de la comisión, fue que el acto de homenaje al ACNUR había sido promovido precisamente por el mismo Latendorf.
Otra cuestión que fue duramente criticada por el cuerpo investigador fue el altercado producido por Latendorf al intentar ingresar al Banco Ciudad fuera del horario de atención. La comisión destacó al respecto que los diputados poseen "prerrogativas e inmunidades" pero no "privilegios".
EL CASO REARTE
Más allá de los hechos mencionados, lo que motivó la investigación de Latendorf fue el escándalo que se desató a partir de una violenta discusión que el 9 de noviembre se originó en su despacho y en la que participaron el diputado, su hija y asesora Alejandra Latendorf y la ex asesora Amelia Slikas de Rearte. Estas dos últimas sufrieron lesiones en la mejilla y en la mano respectivamente, aunque no se pudo establecer quién agredió a quién.
Al respecto, la comisión asegura que "no puede establecerse, debido a las contradicciones presentes en las declaraciones, si el diputado denunciado fue o no autor de las lesiones sufridas por la señora de Rearte, así como tampoco puede establecerse quién le ocasionó las lesiones a la señorita Alejandra Latendorf". Ésta última, la noche de los incidentes, denunció a Rearte por lesiones, al tiempo que la ex asesora acusó a Latendorf por acoso sexual. Ambas causas siguen actualmente su trámite judicial.
El motivo de la disputa fue el reclamo que Rearte -quien además denunció que cobraba su salario "en negro"- le hizo a Latendorf respecto del cobro por sus tareas realizadas cuando éste decidió que cesara sus actividades.
Por su parte, Latendorf denunció una maniobra política de la derecha para separarlo de su cargo por sus sucesivos enfrentamientos con las fuerzas armadas y la policía. Sin embargo, el diputado tiene también como enemigos a miembros del Partido Socialista Auténtico (PSA) -al que perteneció hasta hace poco- y a los delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), entidad gremial que, en la Legislatura, aglutina fundamentalmente a los trabajadores contratados.
Sucede que, según denunció ATE meses atrás, Latendorf dio de baja a 14 de sus 22 asesores. Entre los cesanteados figuraba el secretario general del PSA, Mario Mazzitelli y otros miembros de esa agrupación, con la que Latendorf rompió para conformar una alianza con el Partido Obrero al presentarse como candidato a senador en las elecciones de octubre pasado. Según se sugirió en la Legislatura, la destitución de Latendorf le habría abierto la puerta a la banca a un representante del PSA, que recontrataría a los asesores cesanteados.
Por su parte, Eduardo Curto, delegado gremial por el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) denunció a través de este medio a ATE por atacar a Latendorf con "argumentos arteros" para conseguir su destitución y lograr que sus afiliados "mantengan sus contratos".
También Latendorf cosechó adhesiones públicas de numerosas personalidades argentinas y extranjeras, que consideraron su procesamiento como una manera de persecución ideológica.