El 18 de abril pasado el joven Guido Anachuri, de 19 años, fue brutalmente agredido por Miguel Angel Carpinacci, un patovica del boliche "El Sublime", quien lo dejó en estado de coma. A casi una semana del incidente, la secretaría de Gobierno y Control Comunal porteña clausuró la disco.
Mientras que la Sala VII de la Cámara del Crimen resolvió excarcelar al patovica, porque decidió cambiar la carátula de la causa de "tentativa de homicidio" a "lesiones graves".
Este sábado "El Sublime" volverá a abrir sus puertas "en el mismo lugar de siempre Manuel Ugarte 1640", tal como reza su publicidad, por lo que NOTICIAS URBANAS consultó a dos legisladores que siguieron desde cerca el tema.
El diputado demócrata, Atilio Alimena (Juntos por Buenos Aires), explicó que "ese boliche si bien está correctamente habilitado, no se tuvo en cuenta el impacto que genera en los vecinos de la zona. No sólo deberían respetar las leyes actuales que rigen el tema de la seguridad privada y los locales bailables sino que debería cumplirse la Ley de Higiene y Seguridad nacional, que debería ser tenida en cuenta para la preservación de los vecinos".
Según el legislador macrista "las normas de la Ciudad son muy benévolas porque se piensa más en la habilitación del lugar que en la seguridad y bienestar de los porteños".
Por su parte el diputado Jorge Giorno (Partido de la Ciudad), reconoció que desconoce como está actualmente el trámite pero señaló que "lo básico en este tema es garantizar el cumplimiento de la Ley de Seguridad Privada que posee la Ciudad, por la cual se creó un Registro de Patovicas".
"Por otra parte -agregó el diputado ibarrista- es importantísimo que el personal de seguridad de los boliches esté identificado, para saber quién está actuando en el tema y quién es sólo un agresor. Esto es absolutamente primordial y garantiza que frente a un hceho de violencia no haya impunidad".