Los protagonistas de la ópera son la soprano Silvia Gatti, y los directores son: de escena Eduardo Casullo, y de orquesta y coro, Ricardo Barrera. El elenco se completa con los cantantes Cristian De Marco, Marcelo Mansilla, el actor Walter Di Leva y la bailarina y coreógrafa Gabily Anadón, egresada de la Escuela Nacional de Arte de Cuba.
La puesta reúne a tres cantantes (Camila, Ladislao y Rosas) y a un actor (La Sombra), en los roles centrales. Hay cinco personajes secundarios (el padre, la madre, el obispo, el alcalde y el sereno), acompañados por una orquesta de cuerdas de 30 músicos, 5 aerófonos (óboe, corno, clarinete, trompeta y trombón), con timbal, percusión, grupo de candombe, coro y ballet.
La estética de esta propuesta musical, con una estructura armónica moderna, refleja con arias y parlatos, dúos, tercetos y coros los conflictos de los personajes de la historia, que se ajustan al supratema de la novela, que es la pasión, con un lenguaje poético y sensual. Fiel al modelo, el argumento reconstruye los sucesos: el romance, la fuga, la captura y la ejecución de los amantes, en un plano onírico, en el que se funden el mundo exterior y el interior de gentes y circunstancias, la forma en que los vivieron y la ambientación de la trama.