“El teatro debe reflejar la realidad”

“El teatro debe reflejar la realidad”

Actor de carácter y extensa trayectoria, Arturo Bonín está reestrenando la obra Illia (¿quién va a pagar por todo esto?). Antes de la función, nos dio su impresión sobre la puesta. Y resaltó: “El actor debe relacionarse con su contexto y contaminarse de él”.


La posibilidad de hacer Illia surge cuando me llamó Alberto Lecchi. Me dijo que tenía algo para hacer en teatro. Me gustó el texto y nos pusimos a trabajar en seguida, ya que es su debut en la dirección teatral. Pensamos estrenar la obra en mayo o junio, pero con la gripe A se demoró y la estrenamos en septiembre. Hablé con Emma y Leandro, los hijos de Illia, porque mi preocupación era reconstruir su persona lejos de los estereotipos. Conocí muchas cosas de él, como que tenía muy buena relación con Alfredo Palacios. Incluso se juntaban a comer juntos. Leandro fue quien me mostró unas fotos de los dos juntos. Con el correr del tiempo, y con mayor confianza, le dije a Emma: ?Perdóname que te diga, pero tu viejo no era radical, era socialista?. Ella no dijo nada, solamente hizo el gesto de los labios cerrados.
Con la realización de la puesta, cambió mucho la visión que tenía de Illia. Cuando fue el golpe del 66, yo tenía 20 años y vivía en una cápsula, sólo atendía órdenes en el regimiento 601 de aviación del Ejército. Después empecé a atar cabos y a darme cuenta de lo que pasaba. Ahora, terminé conociendo la figura de quien fue un auténtico demócrata. Illia le ganó las elecciones al caballo del comisario (Aramburu), con el estigma de los votos en blanco de un peronismo proscripto. Fue un demócrata con todas las letras. Lo que mucha gente no sabe es que lo primero que hizo, apenas asumió la presidencia, fue revocar la proscripción del peronismo.

Impasse 1: Quedamos en juntarnos en el hall del Centro Cultural 25 de Mayo. Llega Arturo, vestido en tonos pasteles. Saluda apretando las manos y nos sentamos a charlar. En tanto, de a poco, el público va llegando al teatro.

Los miércoles son un día para jubilados y estudiantes pero en general hay un público variado. Vienen muchos jóvenes para saber quién es este tipo. Entre el público grande puede ser que haya un poco de ?expiación de culpa? con esta obra. Una vez me dijo una señora que se emocionaba mucho, que le agarraba ?algo? ahí adentro. Ese ?algo? es un poco de culpa e impotencia porque Illia fue una de las tantas oportunidades que tuvo este país y no fue aprovechada. Illia cumplió con las promesas electorales (ley de medicamentos para controlar a los laboratorios y la anulación de los contratos petroleros), y esto provocó malestar. En esa época se leía Confirmado, Primera Plana y otras revistas que editorializaban en contra de un presidente del que decían que era lento. Los monopolios afectados (como los laboratorios) contribuyeron a ese descrédito. Tampoco hubo interés popular para mantener al presidente elegido. Ahora pasa algo similar con la concentración de medios en pocas manos. Los enemigos siguen siendo los mismos, aunque con distinto nombre.
Yo fui testigo fue una gran experiencia. Era en el año 86. Los autores eran Cernadas Lamadrid y Ricardo Halac, y tocamos temas como Onganía, el golpe a Illia y demás. Hay muchos chicos, que ahora tienen 30 o casi 40 años, que me recuerdan de ese programa. En esa época, una vez estaba corriendo por Palermo y unos chicos que se habían hecho la rata me vieron y se acercaron para hacerme preguntas de historia. Para mí era un orgullo y también una responsabilidad en el sentido de tener que responderles a estos chicos sus inquietudes. Igual, no soy de mirar lo que hago después de haber filmado algo. En teatro, podés mejorar todo el tiempo, pero en televisión, lo filmado, filmado está. ?Tendría que haber hecho esto de aquí?, ?tendría que haber hecho esto de allá?, y me pongo un tanto mal.

Impasse 2: Arturo es un tipo serio y amable. Se entusiasma con las preguntas y piensa con detenimiento las respuestas. La gente hace la fila en la boletería mientras hacemos la nota. Mira, curiosa.

Si bien casi todo el espectro de los actores, actrices, músicos y escritores apoya a este gobierno, en mi caso es un apoyo crítico. En general apoyo lo que me parece que está bien, y lo que no, lo digo. Tuve la oportunidad de hablar con funcionarios a los cuales les dije mi parecer y ellos me explicaban al respecto. En fin? pero lo importante es que este gobierno hizo cosas que ningún otro realizó. Además, me acuerdo cuando hace muchos años, ser oficialista estaba ?bien? y ser opositor estaba ?mal?. Hoy parece que cambió esta situación y está bien ser opositor por más que esto implique volver a una época nefasta, con gente que uno sabe, lo único que le causó al país fue malestar.
Ahora hay un par de obras que buscan revalorizar el debate dentro de la escena teatral poniendo de manifiesto cuestiones referidas a la política y de clase. El actor debe relacionarse con su contexto y contaminarse de él. Debe plasmar obras con contenido, y no sólo político, sino también social. Además, el poder hacer una obra dentro de cierto ?teatro político? contribuye a despertar el intercambio de ideas y a ver otra versión de los acontecimientos. Lamentablemente, nos hemos desacostumbrado a esto, privilegiandoel entretenimiento. No digo que esto esté mal, pero el teatro también debe reflejar lo que ocurre y tener una función al respecto.

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