Durante la última semana, y en menos de tres días, se sucedieron en la Ciudad dos tomas y una movilización villera. Un fenómeno que dista de ser nuevo. Más bien, expresa un viejo problema: la carencia de una política pública de vivienda, tanto a nivel nacional como local.
Primero fueron noticia los vecinos del Playón de Chacarita. Después, los de Parque Patricios: una orden de desalojo en un hotel ocupado generó una batahola entre los vecinos, mientras la Metropolitana los sacaba. Antes, el domingo, el ex-Padelai fue recuperado por las familias que vivían allí y que mantienen un prolongado litigio con el gobierno macrista.
?El tema vivienda es muy complejo, y también necesitamos colaboración de la Nación. Hay déficit habitacional en el todo el país, excepto en San Luis. En Capital Federal, además, tenemos el problema de que la tierra es muy cara, y los alquileres también lo son?, arrima Lidia Saya, presidenta de la Comisión de Vivienda en la Legislatura porteña y una de las espadas macristas en política habitacional de Pro.
?En el Playón de Chacarita había 29 familias que, mientras corrían riesgo de vida, eran alentadas a quedarse en ese lugar peligroso por los legisladores de izquierda, supuestamente para ayudarlos. No sé quién se iba a hacer cargo si se producía un derrumbe y, desde luego, un desastre.?
Según los relevamientos, el asentamiento de Chacarita contiene a unas 2.000 personas, y quienes, según Saya, estuvieron en ?riesgo de vida? eran unas 29 familias que habitaban en un predio muy pequeño, con peligro de derrumbe. ?Está tapiado, es un lugar peligroso, donde hay un foco delincuencial. Nosotros recibimos pedidos de ayuda de la gente del asentamiento, pero también de la gente que lo rodea y vive cerca del Playón. Es un tema delicado porque las tierras son de la Nación, y no las ceden.?
Saya está alineada con Gabriela Michetti en la interna macrista. ?Sí; Gabi es mi chica?, bromea. Michetti, que retornó al ruedo en la primera línea macrista, vuelve a ser una carta disputada dentro de las fuerzas de Pro. Saya, por caso, milita para que Michetti sea candidata a senadora en 2013, mientras que otros dirigentes preferirían verla construyendo una carrera en la provincia de Buenos Aires.
?En el Gobierno nacional existen personas destinadas a buscar, cada semana, un tema para asfixiar al gobierno de Macri. Cuando no es el subte es la basura, la quita de subsidios y cualquier otra cosa que ponga de rodillas a la Ciudad. En realidad, es una ataque a los porteños?, dijo sacando uñas de opositora.
?¿Por qué Pro no se hace cargo del déficit de vivienda de la Ciudad?
?¿Quién dijo que no nos hacemos cargo? En principio, a la gente que estuvo en emergencia en el Playón de Chacarita, durante los últimos días, se les ha dado subsidios desde Desarrollo Social, pero por otro lado nosotros tenemos planes de vivienda que estamos llevando adelante.
?Pero por lo visto no es suficiente.
?El tema vivienda es muy complejo, y también necesitamos colaboración de la Nación. Hay déficit habitacional en todo el país, excepto en San Luis. En Capital Federal, además, tenemos el problema de que la tierra es muy cara y los alquileres también. El Banco Ciudad está ahora generando una nueva línea de créditos destinada a gente de bajos recursos, que les permita acceder a su primera casa. Además, hay cooperativas que unen a varias familias en las que se financian emprendimientos.
?Hubo una reciente decisión de la Corte que obligó a Macri a darle vivienda a una familia y que puede sentar jurisprudencia para muchos casos similares.
?Sí, claro que puede sentar jurisprudencia, pero en ese caso ocurrió algo excepcional porque había un chiquito discapacitado. Nosotros no podríamos absorber ese tipo de demandas si se dieran en forma masiva.
?Mientras Macri se queja, Ricardo Alfonsín admitió con una sola frase su impotencia: ?Ya quisiera yo ser atacado por Cristina como Macri?. Curiosa frase, ¿no?
?Una cosa es cuando los ataques se dan en el marco del Congreso o en un debate político. Pero cuando incluyen asfixia económica o se pone en juego un transporte vital como es el subte, el ataque es hacia los ciudadanos, que se lo van a facturar al Gobierno nacional, pero también a Macri. Nadie gana. Fijate que el Gobierno nacional se cansó de hacer obras públicas en todo el país, menos en Buenos Aires.
?Macri se expresó en contra de la expropiación de YPF y de ese modo se consolidó como opositor. Sin embargo, las encuestas dicen que muchos argentinos confían hoy en soluciones estatales. ¿No tendría un techo limitado Macri en un proyecto presidencial teniendo en cuenta que esos posicionamientos no son avalados por la mayoría, como sí lo eran en los 90?
?A todos nos gustaría que YPF fuera Petrobrás. Pero, ¿pueden los mismos que están haciendo un desbarajuste en Aerolíneas gerenciar YPF con éxito y convertirla en Petrobrás? ¿Por qué harían algo diferente? A eso se opuso Macri y, de ese modo, se consolidó como opositor. Por otra parte, no creo que los porteños necesariamente rechacen la nacionalización de YPF en tanto política pública. Creo más bien que resienten el estilo de gobierno de la Casa Rosada: las decisiones unilaterales, la falta de consensos, la demonización de los adversarios. Este rechazo a un estilo de gobierno se asienta más en los centros urbanos, y Macri encarna esos valores de crítica. La política de los centros urbanos como Buenos Aires o Rosario siempre es mucho más plural que la política de las provincias chicas.
?Sin embargo, los presidentes más poderosos de los últimos tiempos ?Menem, Néstor y Cristina? representan justamente el estilo de gobierno de esas provincias. Qué paradoja, ¿no?
?Sí, así es. Y un dato que se empieza a notar es que los porteños están más críticos con respecto a ese estilo de Gobierno y también empiezan a malhumorarse con la inflación. Las encuestas revelan que la sociedad está buscando líderes con otro perfil.
?Hablando de eso, usted se alinea con Michetti en la interna macrista. ¿Cómo está la interna en Pro, que en algunos momentos fue virulenta?
?Así es, Gabi es mi chica. ¿La interna, decís? Ah, sí, anda bien. Bah, bien? Es que al jefe máximo no le gustan las internas. Mejor no hablemos de eso.
?¿Máximo dijo?