La salud mental de la población porteña se está deteriorando. Si bien para fundamentar esta afirmación sólo bastaría la experiencia empírica de un viaje por las calles porteñas en hora pico (estrés, violencia verbal y física, nerviosismo) o una recorrida nocturna por algunos barrios poco iluminados (paranoia, y ataques de pánico en el mejor de los casos), los números estadísticos lo comprueban.
De acuerdo a la información recabada por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad que depende del Ministerio de Hacienda, en el período abril 2010 / abril2011 se refleja un claro incremento en la atención de emergencias psiquiátricas brindadas por el SAME.
El cuadro que detalla los auxilios médicos prestados por el SAME registra que en los últimos 9 meses del pasado año la Unidad de Emergencias Psiquiátricas (compuesta por dos ambulancias) brindó 369 auxilios (40.44 auxilios por mes en promedio). En los cuatro primeros meses del corriente año, 204 emergencias psiquiátricas fueron atendidas (51 auxilios en promedio).
Este crecimiento promedio del 26.11 por ciento se enmarca en otros datos interesantes que refleja el cuadro estadístico; mientras las emergencias psiquiátricas crecen, los auxilios médicos no psiquiátricos brindados por el SAME registraron una disminución del 15 por ciento -sobre la atención mensual promedio de los últimos 9 meses del 2010 (18922.66) y las emergencias respondidas de enero a abril de 2011 (16073 promedio mensual)-.
Si lo que se comparan son los datos únicamente del mes de abril, el crecimiento en las emergencias psiquiátricas se refleja con mayor fuerza, superando el 29 por ciento (31 auxilios en abril 2010, 40 emergencias en mismo mes del corriente año). También se refleja una reducción en las emergencias no médicas, pero en un porcentaje menor, el 5.6 por ciento (18362 en 2010 y 17331 en 2011).
Consultado sobre las razones por las cuales la sociedad porteña estaría manifestando un incremento en los desequilibrios emocionales que requieren atención psiquiátrica, el jefe de Psiquiatría y Psicofarmacología del Hospital Infanto Juvenil Tobar García, Eduardo Friedman, destacó que, más allá de no contar con un detalle de los casos que las estadísticas reflejan, ?el análisis de la realidad le agrega a las patologías psiquiátricas las adicciones?.
?Este dato hay que tenerlo muy en cuenta y ocurre en todos los barrios y estratos sociales. Hay una situación de estrés social, un escenario psicosocial complicado, pero a esto se suma la incidencia de las adicciones. El consumo de drogas en un paciente psiquiátrico genera lo que se denomina patología dual, combinación de una patología psiquiátrica con el uso de sustancias?, remarcó el médico psiquiátrico.
Desde su experiencia en el hospital Tobar García, Friedman comentó que las emergencias psiquiátricas ?más comunes, las históricas, se deben a brotes psicóticos, crisis donde hay riesgo personal o para otros, intentos de suicidio, y crisis de nervios donde las familias no pueden manejar al paciente y requieren la intervención de un tercero?.
?Frente a una situación de este tipo, las familias a veces llaman a la policía y otras al servicio de emergencias. También se dan emergencias psiquiátricas en el marco de situaciones de violencia familiar. La Ciudad de Buenos Aires cuenta hace varios años con un servicio psiquiátrico de emergencia, algo que no es habitual en los municipios, y que permite la atención del paciente con equipos especializados para este tipo de consultas que pueden ser confundidas con hechos de violencia que requieren respuesta policial cuando no lo son?, concluyó Friedman.