El Gobierno nacional inundó de policías las cercanías de la Legislatura de la Ciudad: son poco más de 800 y estarán equipados con carros hidrantes, perros y un helicóptero. En tanto, desde las 10, vallas de seguridad rodean la Legislatura y la Casa Rosada hasta una cuadra a la redonda, y gradualmente se cortarán los accesos a la Plaza de Mayo y al ex Consejo Deliberante. Esta será la respuesta a la marcha que partirá, a las 14, desde Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta Perú e Hipólito Yrigoyen.
"El día de hoy va a ser muy complicado", pronosticó el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. En este sentido, el legislador kirchnerista Ariel Schifrin opinó: "No estoy de acuerdo con el operativo que se hará hoy en la Legislatura porque con los bloques habíamos consensuado que hoy se volvería a sesionar con otro temario que no generaría lo que ocurrió el viernes pasado y así le estamos dando la razón a los violentos que nos obligan a cercar la legislatura con una presencia policial".
"El Gobierno nacional no puede renunciar a restablecer la ley en la vía pública", afirmó la hiperibarrista Laura Moresi. "Creo que después del viernes el Gobierno aprendió que la seguridad hay que garantizarla", manifestó el vicepresidente de la Legislatura, Santiago de Estrada, quien -al igual que la legisladora trotskista Vilma Ripoll- se mostró sorprendido por el grado de organización de los grupos que provocaron los incidentes.
Por otra parte, el cronograma de interrupciones graduales del tránsito a manos de policías alcanzará a las diagonales Sur y Norte -desde Belgrano hasta Bolívar y desde 9 de Julio hasta la Catedral, respectivamente-, a Hipólito Yrigoyen desde 9 de Julio hasta Alem, entre otras muchas calles que serán cortadas según los uniformados crean conveniente.