Todos los legisladores que hicieron uso de la palabra hicieron hincapié en la necesidad de que la Junta de Ética y Organismos de Control (que preside el diputado Juan Carlos Lynch) analice la denuncia contra la diputada Mirta Onega por haber discriminado a un empleado por ser judío (lo tildó de "judío de mierda"). Sin embargo, fueron muchos los diputados que cuestionaron la metodología utilizada para probar la denuncia: una cámara oculta montada en un despacho legislativo.
Tras un extenso debate, el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Santiago de Estrada, ordenó que -en cumplimiento del artículo 55 del Reglamento Interno- pasen todas las actuaciones y la versión taquigráfica de la sesión de este jueves a la Junta de Ética para que se expida sobre esta denuncia.
GIORNO, DURO CON ONEGA
El diputado Jorge Giorno, presidente del Partido de la Ciudad, pidió la palabra y criticó duramente a Onega por sus infelices expresiones: "Negro sucio, gitano ladrón, retardado imbécil, puto de mierda, turco de mierda, cabecita negra, bolita, judío de mierda. El acostumbramiento a este tipo de frases es la arista más peligrosa y profunda de la discriminación. Dichas por lo bajo a puertas cerradas o en conversaciones privadas son palabras que han perdido su eco xenófobo y prejuicioso y que -desafortunadamente- han entrado en el imaginario popular".
Giorno agregó: "Soy el primero en avergonzarme de las actitudes de Onega. Soy el primero en reconocer que ella ocupa una banca en la Legislatura gracias al enorme caudal de ciudadanos que creyeron en las propuestas del Partido de la Ciudad y también, soy el primero en denunciar semejantes declaraciones que vienen de una persona en la que el Partido de la Ciudad confió".
Por último, el presidente del Partido de la Ciudad solicitó la exclusión de Onega del Cuerpo y para eso le pidió a la Junta de Ética que constituya una comisión investigadora ante la cual presentarán todas las pruebas necesarias para comprobar la veracidad de nuestra acusación". Entre ellas, la cámara oculta que se le realizó a la diputada.
PERDÓN… Y ALGUNOS DARDOS
A continuación Onega -con la voz entrecortada por el llanto- sostuvo: "El hecho del que se trata ocurrió en una de las oficinas de esta Legislatura y en presencia de muy pocas personas. En esa ocasión y de manera desafortunada utilicé expresiones que no condicen con mi forma de pensar ni son propias de mi trayectoria y comportamiento habitual. Es mi intención retractarme públicamente del término despectivo utilizado al referirme a las creencias religiosas de uno de los integrantes de mi gabinete de asesores y pedirles disculpas a él y a quienes puedan haberse sentido agraviados por estas expresiones".
"Sin embargo -agregó-, y no con intención de justificar lo expresado, sino con el interés de que mis colegas comprendan las circunstancias que rodearon el momento en que lo hice, quiero explicar que por diversas circunstancias ocurridas he tomado la decisión de alejarme del bloque político que integraba. Durante las últimas dos semanas se sucedieron una serie de situaciones originadas a raíz de ese alejamiento que me produjeron un especial estado emocional y me llevaron a un grado de nerviosismo, inestabilidad y agobio que se tradujo en las incorrectas expresiones formuladas. (…) Bastaría con mencionar que dos diputados del Partido de la Ciudad y un funcionario de esta Legislatura (el subsecretario de Relaciones con la Comunidad, Francisco Ursic) montaron un escenario repudiable para registrar en audio y video la conversación que mantuvimos ellos y yo".
METODOLOGÍA CUESTIONADA
Por su parte, las diputadas Beatriz Baltroc (Autonomía Popular), Vilma Ripoll (Izquierda Unida) y María Eugenia Estenssoro (Bloque Plural) condenaron la discriminación pero coincidieron en que se le dio una cobertura periodística desmedida a este caso, cuando por temas "mucho más terribles para los vecinos" de la Ciudad, no se dedica tanta atención. Además repudiaron la manera en que se manejaron los diputados del Partido de la Ciudad para probar la conducta de Onega y sostuvieron que es "una maniobra desleal y propia de la vieja política".
Ana Suppa (Frente para la Victoria) destacó que fueron todas "diputadas" las que defendieron a Onega contra la metodología utilizada para probar su conducta discriminatoria y, luego de criticar a Giorno, pidió que "todo sea investigado a fondo".
Acto seguido, varios legisladores pidieron la palabra para sumarse a la defensa de Onega, aunque siempre haciendo hincapié en la condena a la discriminación y a los dichos poco afortunados de la diputada.
La diputada Florencia Polimeni expresó que "no es casual que a menos de una semana de querer abandonar el bloque, hoy seamos testigos de esta farsa mediática. Cuando se cerraron las listas -añadió- hubo personas que a regañadientes tuvieron que cumplir con el cupo femenino y por eso muchas mujeres que hoy estamos acá ocupamos nuestra banca. Pero después se dieron cuenta de que estas mujeres tenían voz y pensamientos propios y no les gustó que nos hiciéramos oír".
Por su parte, Ripoll señaló que "el diputado Giorno no se puso colorado al defender la incorporación de Elena Cruz a la Legislatura en nombre de la libertad de expresión, no se inmutó cuando en el recinto dijeron ‘gorila musulmán’. Pero viene a denunciar esto para que su pariente entre en la Legislatura", añadió, insinuando que la persona que reemplazaría a Onega -Abelardo García- tendría algún grado de parentesco con Giorno.