La Ciudad ya entró en default selectivo contra los bonos de la serie I, que venció en abril de este año y está a punto de arribar a la misma situación contra la serie V, cuyo vencimiento operó el siete de julio, por lo que caerá en default el siete de agosto, tras la negativa de los acreedores argentinos a concurrir a las asambleas de tenedores que se realizaron en Londres el 13 y el 27 de mayo últimos. En la primera asamblea, los acreedores europeos aceptaron la propuesta del Gobierno porteño, paradójicamente la misma que rechazaron los acreedores argentinos en la primera y la segunda asambleas.
La dureza de las AFJP argentinas, que poseen la mayoría de los títulos de las series I -en dólares-, III -en pesos- y V -en euros, se aflojó en los últimos meses, tras la devaluación del dólar, que alejó el valor del capital de la serie III de las otras dos series. Los negociadores gubernamentales aprovecharon esta circunstancia para obligar a las AFJP a aceptar la inclusión de las series I y V en las transacciones.
LA SERIE III
Las series I y V serán negociadas de acuerdo a los parámetros que contiene la ley que votaron los diputados porteños el 18 de abril último, y que le sirvió a los funcionarios porteños para negociar exitosamente con los tenedores de las series II y IV -en liras- el 13 de mayo de 2002 en Londres.
En el caso de la serie III, el Gobierno enviará en diez o quince días un proyecto de ley a la Legislatura, para darle legalidad al acuerdo que ya está prácticamente sellado. En su articulado habrá algunas condiciones, entre las que está la de vincular su aprobación con la de las series I y V; los vencimientos para los pagos de capital serán diferidos en tercios para los años 2006, 2007 y 2008, teniendo en cuenta que el primer vencimiento operaba en el año 2004.
Finalmente, en el caso de esta serie no habrá quitas de interés como en las otras cuatro series, en los que la quita fue del 30 por ciento en este rubro. Lo que habrá, en cambio será un aumento en el capital, que estará atado al índice del aumento de la recaudación fiscal, tomando como base los guarismos del año 2001.
UNA DEUDA EXTERNA QUE CRECIÓ EN FORMA DESMEDIDA
En los tiempos en los que de la Rúa endeudó a la Ciudad de Buenos Aires, un peso valía un dólar. Tras la bancarrota argentina, que se produjo cuando el propio de la Rúa era presidente, la deuda externa porteña se volvió un real problema para las arcas de la ciudad capital de los argentinos.
Para tener una muestra de esta afirmación, estas tres series de los bonos Tango de las que se habla más arriba, suman 1.375 millones de pesos, lo que equivale a casi la mitad de la recaudación anual estimada para el 2002, que llegaría a los 2.700 millones de la misma moneda.
Si se sumaran las dos series que ya fueron renegociadas en Londres, tomadas en liras, las cifras rondarían los mil setecientos millones de pesos.